Uriel Flores Aguayo
En mi experiencia de vida en general, pero sobre todo en la parte política, siempre me ha fascinado observar la conducta humana, tanto en cuestiones de poder como en aspectos comunes y simples; me gusta ver a lo lejos, en casos ajenos y simbólicos pero más me atrae observar los casos cercanos, de quien sea, próximo o no, me afecte o no; se aprende de todos, tanto para saber lo que hay que hacer como para saber lo que no hay que hacer. En general, reconociendo que en nuestra ciudad de Xalapa hay mejores niveles civilizatorios, veo una sociedad desconectada entre sí, ensimismada y con una vida inercial; donde abunda la falta de compromiso colectivo y social, donde se simula de todo y se recurre por sistema a los eufemismos a la hora de hablar de lo importante. Pido permiso para transcribir un relato y una fabula que me encantan, que son apropiadas para lo que he comentado y que merecen difundirse siempre: LA RANA Y EL ESCORPION( anónimo), cuenta un relato popular africano que en las orillas del rio Níger, vivía una rana muy generosa. Cuando llegaba la época de las lluvias ella ayudaba a todos los animales que se encontraban en problemas ante la crecida del rio. Cruzaba sobre su espalda a los ratones, e incluso a alguna nutritiva mosca a la que se le mojaban las alas impidiéndole volar. Pues su generosidad y nobleza no le permitían aprovecharse de ellas en circunstancias tan desiguales. También vivía por allí un escorpión, que cierto día le suplicò a la rana: " deseo atravesar el rio, pero no estoy preparado para nadar. Por favor, hermana rana, llévame a la otra orilla sobre tu espalda "La rana, que había aprendido mucho durante su larga vida llena de privaciones y desencantos respondió enseguida: ¿qué te lleve sobre mi espalda?, ¡ni pensarlo!, ¡te conozco lo suficiente para saber que si estoy cerca de ti, me inyectaras un veneno letal y moriré!".El escorpión le replicò: " no digas estupideces, ten por seguro que no te picarè, porque si lo hiciera, tú te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar perecería ahogado. "La rana se negó al principio, pero la incuestionable lógica del escorpión fueron convenciéndola.
Y finalmente aceptò. Lo cargò sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarro, y comenzaron la travesía del rio Níger. Todo iba bien. La rana nadaba con soltura a pesar de sostener sobre su espalda al escorpión .Poco a poco fue perdiendo el miedo a aquel animal que llevaba sobre su espalda. Llegaron a la mitad del rio. Atrás había quedado una orilla. Frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La rana, hábilmente sorteò un remolino.
Fue aquí, y de repente, cuando el escorpión picò a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió como el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nublo. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión: " ¡lo sabía, pero... ¿porque lo has hecho?! El escorpión respondió: " no puedo evitarlo, es mi naturaleza".
LA FABULA DEL REY DESNUDO (HANS CHRISTIAN ANDERSEN): en un lejano país, su monarca se entera que unos famosísimos sastres están de paso por su reino. Sin perder tiempo, los convoca para que le confeccionen su mejor indumentaria. Los sastres, luego de disfrutar un buen tiempo los beneficios que les brinda la vida en la corte del Rey, le comunican que han terminado su trabajo y anuncian a quien quiera escucharlos que han confeccionado para el Rey el traje invisible más hermoso del mundo, tan hermoso que " solo los tontos no pueden verlo. "Proceden entonces a quitarle la ropa al Rey y mediante aparatosos ademanes le colocan el nuevo traje invisible. Por supuesto que el Rey se ve desnudo, pero no lo reconoce porque no quiere aparecer como un tonto frente a tan famosísimos sastres. Convoca entonces a sus colaboradores, a quienes les pregunta por la belleza de su traje. Superada la sorpresa de ver al Rey desnudo y enterados que semejante traje es tan hermoso que “ solo los tontos no pueden verlo”, toda su corte afirma que el traje es el " más hermoso del mundo ", lo cual convence definitivamente al Rey y los sastres siguen su viaje con un suculento pago por su trabajo, dejando al Rey y a su corte muy satisfechos y agradecidos. Así el Rey paseaba desnudo por su palacio luciendo su traje invisible, el más hermoso del mundo.
Un día decidió que su pueblo merecía también disfrutar la hermosura de su traje y sale del palacio para recorrer su reino. El pueblo lo ve desnudo, pero por temor a contradecirlo, no dice nada. Hasta que un inocente niño lo descubre y grita: " ¡el Rey está desnudo!".Recién entonces el rey se mira y descubre la verdad: había sido engañado.
Recadito: Si los del PRD-ROJO tocan a su puerta no les abran: ¡les gusta la uña!
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