Uriel Flores Aguayo
Y " sigue la mata dando", de pronto se vino una sucesión de escándalos sobre todo en el DF donde parientes de políticos y funcionarios encumbrados han tenido un papel central, destacándose por su prepotencia y falta de educación . Ya de forma vistosa , en coyuntura reciente, la lista dio inicio con la hija del propio Presidente Peña ,que reaccionó con una descalificación de tipo racista ante las críticas que recibió su papa por no recordar títulos de libros ; después se han dado situaciones que crearon el fenómeno de las " ladys" hasta llegar al muy expuesto escándalo de la " lady-PROFECO" con el desenlace conocido ; cuando estábamos olvidándonos de este penoso caso aparece un hecho de violencia donde los protagonistas principales son el nieto del Procurador Murillo y una de las hijas del director del CISEN. Me parece necesaria una opinión al respecto, alejada del amarillismo, que contribuya modestamente a explicar este fenómeno tan novedoso : es creíble la idea de que estas conductas siempre se han dado , que son lo " normal" en la tradición política de nuestro país pero que siempre se han ocultado; la novedad son los medios informativos , las redes sociales, que facilitan la difusión de los actos de abusos y violencia.
Es tal la fuerza de las redes sociales, retroalimentadas con los medios tradicionales, que logran crear un estado de ánimo e influir poderosamente en la opinión pública, de tal manera que ya hay consecuencias de los actos irregulares y , poco a poco, se va dando un proceso de rechazo social a las conductas inadecuadas de los " juniors" de la política. Hay que celebrar moderadamente este momento, que llegue para quedarse, donde la prepotencia de los políticos y su parentela no va a quedar impune. No es sencillo y corre el riesgo de quedarse en la superficie y en el DF ,pero es la ruta para tener servidores públicos en legalidad y democracia.
Los actos bochornosos de los " juniors" se explican en mucho por el sistema político dominante, herencia del PRI pero compartido acrítica y alegremente por los otros partidos; son producto de la prepotencia y la falta de democracia; solo han visto desproporciones y dinero fácil. Es difícil pensar en que hicieran las cosas diferentes. En algún sentido, sin restarles responsabilidad, son víctimas de sus padres y parientes, de esa escuela primitiva donde las calificaciones se otorgaban por ser más ofensivo y corrupto. Si de todos estos escándalos nos viene una etapa de limitaciones ante la ley y una conducta ejemplar bienvenidos sean.
Cada sexenio tenía sus ruidos y bochornos, en el país y en el estado, recuérdese a López Portillo, defendiendo "al orgullo de su nepotismo", o a Fox, para no ir muy lejos, compartiendo decisiones con su esposa, quien, a su vez, introdujo a sus hijos en asuntos oficiales para que hicieran negocios. Hay mucha historia al respecto; los papeles de la parentela incomoda han sido muy sonados y han traído muchos conflictos en las administraciones; mucho tiene que ver nuestra subdesarrollada democracia .
En tanto se aplican medidas internas en la clase política para evitar los escándalos de sus parentelas, acciones como las que se tomaron con el procurador del consumidor van en el sentido correcto y son ejemplares, traerán cambios, enseñaran una vía diferente y lograremos una vida pública más sana y normal. Pienso en Xalapa, la capital del influyentísmo, rezagada en contención y castigo a ese tipo de actos, que todavía se ocultan, como las borracheras de los funcionarios, pero donde también, poco a poco ,no tanto, tendremos que irnos nivelando con el país, especialmente con el DF; no obviemos que en nuestra ciudad existen unas muy desarrolladas y masivas redes sociales, las cuales van a jugar un papel destacado, vital, en la denuncia y difusión de actos de influyentismo y prepotencia.
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