►Jamás, en ocho años como rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias se aumentó el salario
►Ha rechazado invitaciones para cargos públicos y asesorías hasta en el extranjero
►“A una persona se le conoce por los libros que ha leído”
►Trabaja 16 horas diarias y contesta cien correos al día
Luis Velázquez
En su infancia y adolescencia, Raúl Arias Lovillo vivió en un barrio de Xalapa. Y ahí, como en cualquier barrio popular, predominaba la ley del más fuerte. Y en la calle aprendió a ser rijoso, nomás para defender su libertad y sus derechos.
Pero también aprendió que la amistad es el más sagrado patrimonio de un ser humano.
Por eso, y por ejemplo, en aquellos tiempos cuando fuera maestro en la facultad de Economía, algún día se efectuó una junta académica, donde el profe Rafael Arias Hernández se lanzara con los guantes puestos en contra del investigador Alberto Olvera, amigo desde entonces de Arias Lovillo.
Alberto Olvera es, sin embargo, un hombre pacífico. También, claro, padece indignación crónica contra los políticos deshonestos y los grandes pendientes sociales, pero al mismo tiempo, es incapaz de treparse al ring.
Entonces, Raúl Arias dijo a Rafael Arias: “Nunca Alberto peleará contigo, pero aquí estoy para partirnos la madre”.
Aquellos años marcaron el temperamento y el carácter de Arias Lovillo, pero como rector de la Universidad Veracruzana ha sabido domeñar las pasiones desordenadas y buscar otros caminos para continuar soñando como en los años idos.
Ahora, por ejemplo, días anteriores, “un texto-servidor” se fue en su contra asegurando que tiene depósitos bancarios en España. Y, bueno, se trata de una calumnia, pues, además, su declaración patrimonial está disponible. Y lo de menos, claro, sería interponer una demanda por difamación, cuando, en contraparte, ningún político la estila en el país porque, de paso, sabe que está condenada al fracaso.
Y sin embargo, rijoso como fue, opta por la tolerancia y la prudencia. Él mismo sabe que lo acusan sin fundamento y más cuando publican que hasta tiene una agencia financiera en Barcelona con la reportera Sonia García, exdirectora del “Diario de Xalapa”.
“Nunca he robado un solo centavo a la UV” dice.
Pero, además, en ocho años como rector jamás se incrementó el sueldo.
Por el contrario, mantuvo el mismo de su antecesor, el doctor Víctor Arredondo Álvarez.
Más aún.
LAS TENTACIONES QUE HA RECHAZADO
El rector suele trabajar 16 horas diarias y ha ubicado a la UV en una de las primeras del país.
Bastaría referir el siguiente dato: meses anteriores fue invitado por el peñismo para director de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública y rechazó la tentación para cumplir al pie de la letra con su encomienda académica en Veracruz.
Más todavía: varios rectores de universidades públicas del país le han pedido se incorpore a sus equipos de trabajo como asesor académico.
Y hasta de universidades de América Latina, en alguna de las cuales ha impartido conferencias magistrales, pues saben, los rectores, del prestigio de la UV.
Es más, meses anteriores hubo elección en la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades, Institutos y Escuelas Superiores) y su nombre fue perfilado para asumir el liderazgo.
Y, sin embargo, magnífica oportunidad para pasar al escenario nacional, también declinó; en cambio, aceptó impartir una conferencia en el Instituto Politécnico Nacional, claro, sobre la UV, porque el antiguo director general, Enrique Vila (también la sucesora) afirmaba que la UV les sirvió de inspiración académica para modernizarse.
Por eso, en todos los casos, ha diferido las expectativas, hasta después del 2 de septiembre, cuando haya concluida su tarea como rector, y/o hasta después de un trimestre, un semestre, pues el resto del año lo aprovecharía para descansar, estar cerca de sus hijos, leer y escribir.
Y es que la vida del rector gira alrededor de las cosas, hechos y circunstancias sencillas y comunes: terminar de leer un libro y leer el siguiente que espera. Escuchar música. La buena cocina, que por eso mismo tiene a una en su casa y que, incluso, enviara con sus hijos a Barcelona cuando los dos estudiaban en aquel extremo del mundo.
Tan es así que, dice: “A una persona se le conoce por los libros que ha leído. Y está leyendo”.
LOS HIJOS, SU PRIORIDAD
Además, siempre mantiene la relación directa, sin rodeos, con los demás. Desde los amigos hasta maestros y alumnos, muchos de los cuales le envían correos por el celular con una consulta, una petición, un trámite.
Por eso suele contestar hasta cien correos diarios, él mismo.
Así ha ayudado, auxiliado, apoyado, orientado “a quienes más se ha podido”.
Pero, además, nunca en los ocho años utilizó la rectoría para dañar, lastimar, perjudicar a terceros; ni menos, mucho menos, para vengarse…. contra quienes lo han calumniado y difamado.
A sus amigos ha dicho: “A mi celular llegan correos que me alientan y que exaltan a la UV; suficiente para seguir caminando”.
Se mira el rector en tareas académicas a partir del sucesor. Lejos de la política-política, él mismo, uno de los fundadores del PRD y amigo personal de Andrés Manuel López Obrador.
Pero también, más, mucho más tiempo al lado de sus hijos: “Alrededor de ellos gira mi vida” dice.
POSDATA: Hay en Veracruz dos nuevas opciones de periodismo marginal: blog.expediente.mx y elcronista.mx. Gracias por su lectura cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario