*Los Juegos del Hambre
Por: Nancy Jácome
Si ya vieron la película Los Juegos del Hambre saben que viene la segunda entrega para el cine “En Llamas”, ambas parte de la trilogía escrita por la estadounidense Suzanne Collins que finaliza con Sinsajo.
Que nos tiene preparado el séptimo arte no lo sé, pero ¡qué buena saga ha escrito la autora! Si ves más allá del triángulo amoroso que se desarrolla entre la protagonista Katniss Everdeen, Peeta Mellark y Gale Hawthorne, encontraras que como dice la canción de Shakira el Octavo día “aquí abajo unos cuantos nos manejan como fichas de ajedrez”.
La autora expone en el primer libro algo que a mi parecer ya está pasando a nivel mundial, hay un Capitolio a quien todos mantienen, un distrito que se alía al sistema para verse beneficiado y un distrito en el que todos mueren de hambre, ustedes dirán si no tiene algo de real cuando lo comparamos con por ejemplo Estados Unidos con cirugías estéticas, vestidos costosos y África con niños desnutridos y personas con fatales enfermedades.
¿Cómo controla el Capitolio a los menos favorecidos? pues sometiéndolos con los fabulosos Juegos del Hambre que les da esperanza, pero a su vez les enseña su lugar en este mundo. Consiste en un programa televisado en el que los tributos hombres y mujeres entre 12 y 18 años de edad deben sortear varias dificultades de supervivencia y enfrentamientos brutales entre ellos para conservar la vida, el juego termina cuando hay un ganador, ¡un sobreviviente a la masacre! que cientos de espectadores aplauden y siguen en su televisor.
La esperanza de la población reside en la supervivencia de un representante de su distrito, la realidad y la desolación de los habitantes es ver como el Capitolio tiene el control total de la vida de pequeños inocentes quienes son preparados para dar espectáculo antes de morir, ¡sin poder hacer nada al respecto!.
Katniss la protagonista entra a la septuagésimo edición de los juegos al ofrecerse como voluntaria y reemplazar a su hermana de apenas doce años que ha salido seleccionada para participar representando al distrito 12, Peeta también resulta seleccionado. Ambos competidores llegan al capitolio buscando sobrevivir, cada uno con un arma diferente mientras que Katniss tiene habilidades de supervivencia en el campo es Peeta quien tiene las capacidades para ganarse la simpatía de la audiencia, ambas cualidades necesarias para sobrevivir las desafiantes situaciones dispuestas en la arena por los organizadores.
En su simple búsqueda por seguir viviendo prenden la llama de una revolución que ya se viene cocinando desde hace mucho en el corazón de los habitantes y en las profundidades de uno de los distritos. En una acción tipo Romeo y Julieta logran ganar ambos la septuagésima edición de los Juegos del Hambre, pero eso no quiere decir que hayan concluido su participación al contrario esta ¡apenas comienza!
Para el segundo libro En Llamas, el capitolio que ya tiene los inicios de una revolución en sus manos utiliza la televisión como su principal arma para someter a la población que aún no se levanta en armas. Lleva a Katniss y a Peeta a un recorrido por todos los distritos para sofocar los inicios de guerra demostrando que ellos apoyan los métodos del Capitolio, pero la situación se le va de las manos al gobierno y los jóvenes se convierten en un signo de esperanza.
Con la nueva edición de los juegos del hambre el Presidente Snow busca someter a todos los ganadores de años anteriores, para demostrar que nadie es más que el Capitolio. Katniss y Peeta vuelven junto con su mentor Haymitch Abernathy para afrontar una pelea más en la arena, que termina mostrándoles a los habitantes del Capitolio los problemas reales que están sucediendo en toda Panem y de los cuales han estado enajenados por demasiado tiempo.
En el tercer libro un nuevo líder surge para derrocar al presidente Snow y llevar a los habitantes de Panem a una nueva vida, un dirigente que sin embargo no utiliza nuevos métodos.
Katniss es obligada a convierte en el símbolo de esperanza el Sinsajo que da título a la última entrega de Suzanne Collins y así la muestran ante los pobladores, para convencer a quienes tienen miedo de que la hora de la liberación ha llegado. Eligen a los más atractivos soldados para ser transmitidos en lucha en pequeñas capsulas informativas que logran hacer llegar al pueblo al intervenir la señal del capitolio y mostrar a toda Panem lo que sucede en los demás distritos.
La pelea no solo se da en el campo de batalla donde cientos de personas mueren, también se da en la televisión en la que ambos Gobiernos buscan convencer a través de sus mensajes a los pobladores. El presidente Snow busca seguir manteniendo al Capitolio fuerte y el distrito rebelde busca empatía con la población que está harta, pero tiene miedo.
Pero ¿qué pasa cuando te conviertes en un símbolo que todos siguen?, ¿cuándo solo quieres salvarte a ti y a tu familia, mientras el mundo te ve como la respuesta a sus oraciones? Para Katniss y Peeta las cosas se complican por que el solo hecho de sobrevivir es un peligro para el Gobierno en mando, mientras que para los insurgentes son la oportunidad de generar el mayor movimiento histórico en Panem por la libertad y si no lo hacen entonces se convierten en traidores, entonces ¿Qué hacer para seguir viviendo?
Una heroína que no quiere serlo, una hija que solo quiere salvar a su familia, una carga que le impone un pueblo. Katniss debe luchar contra todo solo para poder seguir medio viviendo, aun contra los reproches de quienes quieren que tome su lugar en la Guerra y se convierta en el emblema de la revolución.
La autora nos lleva a un final sumamente inesperado tajado por la protagonista que reconoce que las cosas no cambian por ganar una revolución. Y hasta cierto punto llega a concordar con el Presidente Snow en una de las pocas conversaciones que tuvieron.
La última entrega pone a ambos gobiernos mostrando la brutalidad de las acciones que desarrollan para ganarse al pueblo, ambos con engaños, ambos utilizando recursos destructivos, matando a los pobladores, para hacerse del poder.
Una última decisión lleva a Katniss a ser encerrada en una habitación y recibir atención médica, porque ¿Quién dice que los héroes pueden superar los traumas de una guerra?
Una historia que lleva a la reflexión de ¿qué tan al tanto estamos de lo que sucede a nuestro alrededor y que tanto gozamos con las desgracias de otros?.
El reconocido escritor Stephen King comento sobre este libro "No pude parar de leer". Sin embargo le dio una calificación B en general. A mí me encantó la historia, difiere mucho de la película, porque la autora te muestra que más allá de convertirse en un símbolo Katniss solo quiere seguir viva y con su familia, ese es todo su deseo ¡vivir!
Cuando la autoría habla en el libro de que los concursantes deben morir en la arena para satisfacer a la audiencia, no puede evitar recordar la película “En Vivo” de Eva Méndez en la que es una productora con una idea muy innovadora, hacer un programa de televisión en el que los concursantes puedan ganarse la oportunidad de ser millonarios jugando a la Ruleta Rusa, ¡sí! ponen un revolver en su boca con una sola bala y jalan el gatillo si sobreviven son millonarios sino, bueno quedan muertos. Una película que llego a marearme por el tipo de tomas que se realizan, pero que sin embargo da mucho en que pensar. La pregunta en el aire seria ¿Cuánto disfrutamos con los infortunios de otros?, bueno mientras responden pueden ver las películas y leer los libros, hasta la siguiente columna.
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