La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas rechaza enérgicamente el uso desproporcionado de la fuerza por parte de algunos de los participantes en el desalojo de la Plaza Lerdo en la madrugada del 14 de septiembre, que resultó en la agresión de al menos tres comunicadores que cubrían el evento.
Estos reporteros, sólo cumplían con su trabajo de dar constancia de un hecho relevante de la vida pública, sin embargo, fueron agredidos física y verbalmente; algunos, fueron despojados de sus herramientas de trabajo, y otros, fueron obligados a borrar las imágenes que habían captado.
En este sentido, el ejercicio periodístico sólo puede efectuarse libremente cuando las personas que lo realizan no son víctimas de amenazas ni de agresiones físicas, psíquicas o morales u otros actos de hostigamiento, ya que dichos actos provocan autocensura, es decir, se produce un efecto amedrentador sobre el libre flujo de información, que afecta a todos los ciudadanos.
Esa clase de conductas, resultan inaceptables en una sociedad democrática. Si bien el Estado puede hacer uso de la fuerza pública en determinadas circunstancias, siempre debe apegarse a los principios de legalidad, oportunidad y proporcionalidad, respetando en todo momento los derechos humanos, que constituyen límites infranqueables para su accionar.
Por eso, exigimos a las autoridades competentes investigar dichos excesos, identificar a los elementos que abusaron de la fuerza, y que sean castigados. También, que se repare a aquellos periodistas que fueron mermados en su patrimonio durante estos lamentables hechos.
COMISIÓN ESTATAL PARA LA ATENCIÓN Y PROTECCIÓN DE LOS PERIODISTAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario