sábado, 19 de octubre de 2013

LOS MAESTROS Y LA REPRESENTATIVIDAD

Uriel Flores Aguayo
Diputado Federal.

De los muchos efectos evidentes que ha provocado el movimiento magisterial en Veracruz, me parece importante reflexionar sobre el que ha tenido en las representaciones sindicales, de padres de familia, legislativos, partidarios y en los medios de comunicación. Estamos ante un movimiento amplio, masivo y profundo, de esos que dejan huella y no se pueden obviar; sus incidencias más generales se verán gradualmente; quien crea que no pasará nada, es que no conoce la historia de los movimientos sociales.

Los primeros damnificados fueron los líderes sindicales, evidenciados en su debilidad extrema, incapaces de ser interlocutores y marginados por las bases que decían representar, a pesar del apoyo oficial que recibieron ostentosamente; digamos que hicieron el ridículo. A la oficialista mesa directiva de los padres de familia le fue peor, prácticamente nadie le hizo caso, siendo separada del escenario del conflicto por las propias autoridades debido a su intrascendencia. Los Diputados locales tuvieron más idea y capacidad para lograr cierta interlocución con los maestros, mantenida hasta la fecha, pero era obvio que no podían ir más allá en tanto la materia a discusión es de alcance federal. Los partidos simplemente mostraron su carácter superficial y de papel, a lo mucho emitiendo alguna opinión entre ocurrente y oportunista, pero no más, en tanto son membretes burocráticos cuya relación con la sociedad es casi nula. En tanto la mayoría de legisladores federales de todos los partidos votaron por la reforma educativa, a excepción de dos, estaban incapacitados paran intervenir en el conflicto. La cuestión de los medios es un capítulo aparte, vale la pena detenerse un poco en su examen; el grado de rijosidad mutua entre los maestros y algunos periodistas revela una crisis profunda de credibilidad en los medios, pero también la falta de una adecuada comunicación entre las partes del conflicto; creo que los maestros procedieron con poca idea comunicativa, con todo y que padecieron algunos bloqueos.

El movimiento magisterial desnudó a las representaciones formales en diversos ámbitos, las puso en su lugar; este hecho es trascendente en tanto nos muestra el nivel real de las instituciones Veracruzanas y el de nuestra democracia; mostró con claridad que estamos rodeados de abundante simulación, que mucho de lo que no funciona en nuestra vida pública tiene que ver con las representaciones de papel y contraproducentes que tenemos.

Contra las imágenes que van a intentar imponer desde el oficialismo y el conjunto de intereses afectados por las protestas magisteriales, hay que tener claro que el movimiento social que resulto del movimiento magisterial trajo cambios en lo inmediato y traerá otros poco a poco. Nada será igual en los ámbitos relacionados con la educación, los efectos mayores, de costos políticos, se verán en los procesos electorales futuros. Los líderes se quedarán un tiempo, artificialmente, pero su papel será muy distinto aún si logran mantenerse en los cargos. El Gobierno estatal en general y las autoridades educativas en particular deben modificar su enfoque de las protestas sociales, su forma de relacionarse con los maestros y los padres de familia; en pocas palabras, contra sus costumbres y cálculos, tendrán que hacer un esfuerzo democratizante en Veracruz. El movimiento magisterial trajo cambios, ha sido positivo en general.

En todo movimiento social de carácter espontáneo y horizontal hay dificultades para el diálogo y los acuerdos, es virtud y defecto; puede pasar que se imponga cierta tendencia de radicalización, es normal, pero al final el saldo siempre será favorable a causas amplias y auténticas; no se pierde, de ninguna manera.

Recadito: los que hundieron y vendieron al PRD en Veracruz, nos anuncian que lo van a salvar.

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