lunes, 9 de diciembre de 2013

POR LA VERDAD Y LA CONFIANZA

Qué bueno que Manzur, aspira al PRI

Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo

Creo que la lección fue dura pero útil finalmente, para aprender a identificar de los cercanos, sus buenas o malas intenciones. La lectura: no volver a confiar en nadie que dice que es “del equipo” que manipula y traiciona por la espalda. 

Porque antes de la famosa (insisto) “Tramoya”, montada para desprestigiar a uno de los mejores amigos del Gobernador y además uno de los funcionarios más capaces que ha tenido en su gobierno, no sólo en lealtad sino en profesionalismo—lo que nunca he dudado--, Salvador Manzur, es y seguirá siendo un buen ciudadano y político, por las siguientes razones: porque nunca ha sido perverso, viene de buena cuna, ha formado una familia respetable y respetada, es querido en su distrito y por su carisma, el priismo lo ve como un excelente amigo y si algo le pudiera agregar a sus cualidades, sería que quizás desde hace unos meses para acá, menos ingenuo; lo que le favorece para aspirar a ser el próximo Presidente del PRI estatal y demostrar en esa excelente oportunidad, que sabe hacer política de la buena a favor de los ciudadanos, no solo del PRI sino en general.

Y es más que urgente el cambio en el PRI estatal. Porque el que crea que el hecho de no haber elecciones próximas (cuando menos en un año) son vacaciones, pues está en un error. Porque mejor oportunidad no hay, que los tiempos interelectorales para realizar cambios de fondo en comités: estatal, municipales y seccionales, tanto en el territorio como en los sectores, operar trabajo de fondo con la militancia; capacitar, gestionar, llevar seguimiento en demandas, etc., y amarrar los equipos operativos para lo que sigue, primero 2015 y después la elección gubernamental para el 2016. Igualmente, para hacer cambios en el aparato gubernamental, para colocar a gente que dé resultados a favor de la sociedad y sacar a los que sólo hacen de la promoción mediática su mejor arma para simular eficiencia. 

Y que importante será que en los cambios, se ubique a gente con optimas cualidades (morales, humanas, con experiencia dentro del priismo y con memoria histórica), porque eso afianza liderazgos y permite que la militancia trabaje a satisfacción, porque se les reconoce en su trabajo y porque a su vez reconoce en sus guías a gente eficiente, cercana y con buenas intenciones. 

Porque, qué fácil se le olvida a los que llegan a los cargos de gobierno, de dirigencia estatal o de los sectores u organizaciones, lo que la gente se “friega” en el desarrollo de los programas de gestión y promoción, antes, durante y después de las campañas, en la defensa jurídica del voto, en las representaciones de las casillas o en los órganos electorales. Que fácil se les olvidan los hombres y mujeres con experiencia, que han dado renombre y prestigio a este partido y que son los que dan certidumbre a muchos ciudadanos indecisos, de votar por el PRI y que lamentablemente los desechan una vez que los candidatos ganan, porque le apuestan a jalar sólo a los jóvenes olvidándose de prepararlos, de crearles identidad y de cultivarlos para ganar elecciones a la buena o de ejercer el servicio público sin distinciones y con profesionalismo; porque aquellos jóvenes sin cultura política que llegan a los cargos sin sudar o a continuar aprendiendo “malas mañas”, nunca podrán sacar por si mismos una elección , ni en la cuadra donde viven y siempre necesitarán a la militancia “carismática y con colmillo”, que se ha ganado por años la confianza y el apoyo de la base. Por eso insisto: son tiempos de conocer y reconocer a los demás. Son tiempos de trabajar aún más.

Porque si el Presidente Peña Nieto, está convocando a los cambios para eficientar la administración pública federal y dando el mejor ejemplo al lograr consensos a través de instancias y órganos legislativos con todas las fuerzas políticas nacionales, si se observa, lo está haciendo con el mejor de los equipos políticos, siendo la mayoría gente experimentada y madura, que sabe consensar, negociar e incorporar en los cambios a las diferentes opciones, y de esta manera equilibrar lo desequilibrado y avanzar hacia otras formas de gestión que ofrezcan para México los mejores resultados en el corto, mediano y largo plazo. 

Y creo que si el ejemplo viene desde allá, pues entonces no se puede quedar atrás nuestro estado. 

Ojalá sea Manzur--lo digo sincera y desinteresadamente--, el próximo Presidente del PRI estatal y si no fuera, por alguna otra circunstancia, ojala fuera alguien con ese perfil. Porque creo que son tiempos de devolver a la política veracruzana un rostro nuevo (que no necesariamente quiero decir joven), de eficiencia, honestidad, experiencia y respeto, porque sólo de esa manera se garantiza que exista correspondencia a lo que cada priista del estado de Veracruz hace por este partido, no sólo en cada elección sino cada día del año desde sus diferentes trincheras. 

Gracias y hasta la próxima.

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