RECUERDA LA IGLESIA LA ENTRADA DE JESÚS A JERUSALÉN

* inicio ya la semana mayor

Por Martha Cruz

Una vez concluido el tiempo de cuaresma, el cual inicio desde el miércoles de ceniza hasta el día de ayer, la iglesia católica entra a la etapa en donde se recuerda la muerte, pasión y resurrección de Cristo, tiempo conocido como la semana mayor; con la liturgia del domingo de ramos da comienzo la Semana Santa.

Con la bendición de ramos, la grey católica recordó la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén antes de ser crucificado; durante el recorrido que realizaron los cientos de feligreses del municipio en compañía de las autoridades eclesiásticas, se llevó a cabo una remembranza de cómo Jesús paso con sus apóstoles las fiestas de pascua.

Durante la homilía, el obispo de la diócesis Juan Navarro Castellanos invitó a la feligresía a pasar estas fiestas en comunión con Cristo, además exclamo “Este es el tiempo de arrepentirnos de nuestros pecados y de buscar la fe de Cristo”.

Para evitar la aglomeración de tola la feligresía católica en el centro de la ciudad, las diversas parroquias y capillas que hay en el municipio, realizaron esta procesión en sus colonias, medida que será adoptada para toda la semana mayor, además los asistentes a estas celebraciones pondrán mayor atención al significado de estos ritos.

La procesión de ramos viene evidentemente de los que paso en la vida de Jesús antes de su pasión y muerte; cada iglesia fue tomando esta costumbre y celebrándola en particular; no hay verdadera celebración de domingo de ramos sin procesión y sin lectura solemne de la pasión.

La iglesia católica ha querido darle un sentido más a esta celebración lanzando el reto a los jóvenes a participar en estas ceremonias; la intención de este hecho es invitar a los jóvenes a dejar entrar a Cristo en su vida y que proclamen su presencia y soberanía sobre el mundo con su testimonio.

En la semana mayor se celebran los misterios de salvación realizados por Cristo en los últimos días. La semana Santa comienza con el domingo de ramos en donde Jesús es aclamado como el Mesías por los habitantes de Jerusalén y hoy en el rito de la procesión de las palmas por los cristianos.

Los ramos no son algo así como un talismán, ni un simple objeto bendito, sino el signo de la participación gozosa en el rito, expresión de la fe de la iglesia en Cristo, Mesías y Señor, que va hacia la muerte en la salvación de todos los hombres; por eso el domingo de ramos tiene un doble carácter, de gloria y de sufrimiento, que es lo propio del Misterio Pascual.