lunes, 16 de junio de 2014

SAPOS Y ALACRANES




El pasado viernes, Andrés Solís Álvarez participó como ponente de la conferencia: “Situación actual del ejercicio periodístico en México”. Un tema interesante para quienes ejercen esa profesión en este país. 

Abrió luz, sobre un asunto que se ha quedado en el tintero, para empezar no hay una legislación que ampare los 14 derechos o enunciados fundamentales de quienes tienen la alta responsabilidad de informar con veracidad y objetividad, no hay un salario ni conquistas laborales que protejan el desempeño de los reporteros, a nivel federal no existe ese marco jurídico y en los estados, no hay tampoco un andamiaje que de certidumbre para que puedan los reporteros trabajar con absoluta libertad. 

Los periodistas son muy dados a defender a los demás, se preocupan por la humanidad, pero resulta que desconocen los alcances de sus propios derechos.

Ahora bien, ¿quiénes son los que tienen que empujar ese cambio normativo y constitucional?, se le cuestionó, a lo que inmediatamente respondió que esa tarea no la hará ni el estado, ni mucho menos los dueños de los medios de comunicación, tendrán que hacerlo los propios periodistas, los reporteros, los que trabajan como comunicadores, a través de sus organizaciones y gremios, una vez que entiendan la importancia de garantizar a plenitud la libertad de expresión, tal y como sucede en otros países, como por ejemplo los europeos.

El que los compañeros no quieran capacitarse, es una cuestión cultural, pero a esos compañeros hay que recordarles que si contamos con mejores herramientas para hacer el trabajo, si estamos mejor preparados, entenderemos que de esa forma podremos aspirar a condiciones más favorables para elevar los ingresos salariales. Ahora bien, si el reportero no se capacita, estamos afectando a la sociedad porque ésta tiene derecho a estar bien informada, de esta forma se le perjudica. Este elemento, la capacitación, debería ser una obligación profesional ética. 

Afirmó: “A los gobiernos no les interesan los periodistas, no los ven”. 

Y así concluyó, la Semana de la Libertad de Expresión organizada por la APITAC, fueron varias actividades programadas, mismas que requirió la organización y planeación con un mes de anticipación, fue muy ardua, pero al final valió la pena. 

Se tocaron puertas en la Coordinación General de Comunicación Social de Gobierno del Estado (Alberto Silva Ramos), en el Ayuntamiento (Raúl Ruiz Díaz), en la Comisión Estatal de Protección a Periodistas (Namiko Matzumoto Benítez), a la diputada local Gabriela Arango Gibb, en el SUTERM sección 55 (José Rolando Nuñez Uribe), con el Sindicato de Empleados Municipales (Mario Alberto Martínez Zapata), en el Hotel Reforma (Don Antonio Adem Chaín), la Universidad Veracruzana (José Luis Alanís Méndez), Facultad de Contaduría del la UV (Eladit Álvarez Velázquez) en todos afortunadamente hubo receptividad. A todos ellos… Gracias. 

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