Por Orlando Segura Hervert
Tiene varios proyectos en mente pero prefiere reservarlos para otra ocasión, cuando ya hayan avanzado y concretizado algunos de ellos, Braulio Peralta continua con su hilaridad de ideas, hace una pausa y recuerda “El poeta en su tierra: diálogos con Octavio Paz”, es un libro que publique hace años y ha vendido más de 125 mil ejemplares, no es fácil lograrlo y me siento muy satisfecho por esa obra, pero tengo otras en puerta que luego te comentare.
El escritor me dice, espero que esto no sea una entrevista, porque quiero decirte que no todo en la vida es trabajo.
Prosigue: “yo admiro a los periodistas de provincia, porque tienen que desempeñar su labor en condiciones adversas, bajos salarios, sin prestaciones, realmente los admiro”.
El viernes salí de la ciudad de México, de la colonia Roma, disfrute la autopista, los paisajes, me hice 3 horas desde mi casa hasta el puente Tuxpan, esta vía cambiará muchas cosas, aunque el área de turismo y difusión municipal tendrán que esforzarse aún más para promocionar el puerto, sus atractivos naturales, los arrecifes, la zona arqueológica de los alrededores, las playas, darle otra dimensión a este lugar al que arribarán infinidad de personas.
Ve la carta y hace otra precisión, afirma que a los restauranteros les falta explotar la riqueza culinaria de Tuxpan, aquí hay una enorme variedad de platillos, la comida huasteca, los bocoles, las enchiladas, estrujadas, el machuco, zacahuil, una gran cantidad de alimentos de la región que bien pueden satisfacer al paladar más exigente, no solo nacional, sino extranjero. Sin embargo, los propietarios ponen el menú de lo típico de aquí y de la región hasta el final y con letras chiquitas, es un error que se debe corregir, hay que resaltar lo nuestro, invertir el orden del contenido.
Hay que capacitar al personal, que entiendan la importancia de la atención al consumidor, si lo hacen ganarán más clientela.
Braulio cada vez que sus múltiples actividades culturales y literarias se lo permiten, acude a este rincón, la ciudad de “los bellos atardeceres”, camina en la mañana ó en la noche por la avenida Juárez, el boulevard, el mercado “Enrique Rodríguez Cano”, visita a los amigos, se reencuentra con el aire provinciano.
Cuando intercambié algunas palabras (pocas de parte mía), todavía no sucedían los trágicos acontecimientos de las fosas clandestinas en Iguala Guerrero, la desaparición o tal vez muerte de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, por lo tanto no hubo la oportunidad de conocer de viva voz, la posición en torno a estos hechos bochornosos que han enlutado y lastimado a México.
Ayer, en el marco del centenario del natalicio del Premio Nobel de Literatura 1990, Braulio Peralta, intervino en el Salón Legisladores de la Cámara de Diputados, habló de la vigencia de pensamiento de Octavio Paz
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