Por Dra. Zaida Lladó
“No contaban con mi astucia”
Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo
Cuántas veces oímos decir a un humilde niño de vecindad, que vivía en un barril:
· “Todo yo, todo yo”, mientras pataleaba, cuando lo mandaban a hacer algo que no quería hacer…
· “fue sin querer queriendo” …Cuando se quería disculpar por alguna travesura
· Si le reclamaban el golpe y le daban su zape, emitía su llorido especial… “bipipipipipipipipipip”
· Si después de sus incongruencias sacaba de sus casillas al de enfrente: “bueno pero no te enojes”…
· Cuando enfurecía al extremo a otra persona: “tómalo por el lado amable”… “es que no me tienes paciencia”…
· Cuando no compartía su amigo Quico, con él, la torta de jamón: “al cabo que ni quería”…
· Si algo lo asustaba o lo sorprendía “le daba la chiripiorca”…
· Cuando se les ocurría a “la banda” una gran idea, decía: “eso, eso, eso eso…”
· Cuando se hacía silencio en el salón de clases y el chavo seguía hablando: “…porque…si seguimos…hablando se enoja… el maestro longaniza…”
· Cuando le agarraba sus lapsus filosófico: "La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena"…
· Cuando se burlaba del casero: “Lo último que se pierde es la barriga, señor Esperanza”…
· Si quería desesperar al papá de la chilindrina: “hola…Ron Damon”, etc. etc.
Ese era EL CHAVO DEL OCHO con sus frases memorables. Un niño noble, que vivía en un barril—sólo aparentemente--, pero que en realidad tenía una gran familia que era su “banda” de amigos de la Vecindad. Un “chavito” de gran imaginación y de ocurrencias constantes, que hacían desesperar a sus compañeros y vecinos. Ese niño, cuya única ilusión era: “tener y comer una torta de jamón”,
Hoy su creador y protagonista, se ha ido. Ha muerto a los 85 años de edad: Roberto Gómez Bolaños.
¿Pero quién era Roberto Gómez Bolaños?[1]
Nació en 1929, en la ciudad de México. Sus padres, Francisco Gómez Linares, actor modesto que se las veía duras en esos tiempos en que esa profesión era mal vista y que muere muy joven dejando viuda a su esposa Elsa Bolaños Cacho a los 32 años, misma que empieza a trabajar muy fuerte para sacar adelante a sus tres hijos pequeños Francisco, Roberto y Horacio.
Decía Don Roberto cuando recordaba aquellos años de muchas dificultades económicas en su niñez: "mi mamá era tan sensacional que nunca me di cuenta que andábamos pobres. Nunca me compró una bicicleta, un tren eléctrico, pero nunca me faltó una pelota. Fui súper feliz. Ella se mataba trabajando, de eso me di cuenta después."
Roberto, quiso ser profesionista y llegó a estudiar algunos años la carrera de Ingeniería, que por supuesto no concluyó porque fue más grande su amor por la actuación, la escritura de guiones y tantas actividades del mundo de la “farándula”.
Destacó a los 22 años por su talento-- en sus pininos--en la agencia de publicidad D'Arcy Y poco a poco se dio cuenta que su fuerte era proyectar su imaginación dedicándose a escribir guiones para programas cómicos. Así en el período de 1960 a 1965 realizó los libretos de los programas "Cómicos y Canciones" para el gran cómico “Capulina”; y "El Estudio de Pedro Vargas", que fueron grandes éxitos de esa época.
Para 1966 su nombre ya era famoso. Mario Moreno "Cantinflas" eligió sus guiones para una serie que se llamaría "El Estudio de Cantinflas" pero el proyecto no se llevó a cabo porque los costos fueron muy altos y el patrocinador no se decidió finalmente, éste era: La Cigarrera La Moderna.
Su ingreso a la televisión se da en 1968 en la Televisión Independiente y le ofrecen una media hora en "Los Super Genios de la Mesa Cuadrada" y "El Ciudadano Gómez" dentro del programa "Sábados de la Fortuna" que tenía 5 horas de duración. Pero era tan bueno en su oficio, que el rating empezó a justificarse por la secuencia en la que él actuaba, hasta que finalmente en 1970 pudo lograr su propio programa, en el horario estelar de las 8 de la noche, al que llamó: "Chespirito".
Pero ¿qué pasaba con la vida personal de Roberto Gómez Bolaños?
Estuvo casado con Graciela Fernández, la madre de sus seis hijos, pero no fue fácil para ésta la relación con un hombre ocupado, concentrado en su trabajo y con fama de mujeriego. Por lo que el matrimonio se enfrió y decidieron separarse, hasta que pasados algunos años llega a su vida Florinda Meza. Ella empieza a trabajar en la Compañía de “Chespirito” a los 22 años, llevándole Roberto en edad 20 años. Pero se enamoró éste a tal grado, que primero se hizo de trucos para eliminar el noviazgo que tenía Florinda con Carlos Villagrán “Quico” y después para que ella lo aceptara, pues estaba aún casado. Sin embargo, Roberto al elegir a Meza como su compañera para el resto de su vida, se divorció y después de 20 años de vivir juntos se casaron en 2004.
Pero volviendo “Chespirito”, ¿Por qué ese nombre?
Ese nombre, se lo sugiere el director de cine Agustín P Delgado, que admiraba a Roberto por su gran talento y trascendencia y lo comparaba con un Shakespeare, pero muy a la mexicana. Bolaños era, según el director, "un Shakespeare chiquito". Que en el uso del diminutivo en nuestro lenguaje se deformó a: "Shakespirito", para quedar finalmente como "Chespirito".
Y es con ese programa, a la edad de 41 años, donde da rienda suelta a su imaginación creando los personajes que todos conocimos: “El Chómpiras”, el “Dr. Chapatín” y los más famosos: el “Chapulín Colorado” y…el que sería su más grande éxito "El Chavo del Ocho". Teniendo tanto éxito estos últimos que en 1972, tuvo que hacer dos programas: "El Chavo del Ocho" y "El Chapulín Colorado".
Para la década de los 80, Don Roberto continuó con su brillante trabajo, y creo personajes tales como: "Los Caquitos" con la estrella "el Chómpiras"; "La Chicharra", los irremediables "Loquitos" con "Chaparrón Bonaparte". Pero también intercalaba secuencias remembrando a personajes entrañables como "Charles Chaplin", "El Gordo y el Flaco". Fueron muchas décadas en que niños, jóvenes y adultos, disfrutaron de las aventuras de los personajes moldeados por Don Roberto.
Sin embargo, ante las irremediables pérdidas—por declinaciones o fallecimientos--, de una buena parte de su elenco original, hizo que Gómez Bolaños renunciara a seguir dando vida al Chavo, al Chapulín y a tantos protagonistas de sus divertidas tiras, que hoy serán memorables por lo mucho que significaron en los niños, jóvenes y adultos de esa época. Porque siendo un genio del arte del entretenimiento televisivo, nos demostró que no era necesario decir “corrientadas”, “vulgaridades” o “majaderías” en los medios, para poder transmitir alegría y sueños a las familias mexicanas, porque--se quiera o no reconocer--, Roberto Gómez Bolaños--, impregnó de optimismo nuestras vidas y dió identidad propia al lenguaje, la cultura mexicana y el sano esparcimiento en el interior de un hogar.
Se ha ido Don Roberto Gómez Bolaños, pero seguirá viviendo a través de sus programas, de los personajes en plástico, papel o trapo. De ese “mazo” rojo y amarillo, que hoy las nuevas generaciones de niños, con él juegan.
Sin duda, con Roberto Gómez Bolaños concluye todo una época de la comicidad sana y nos deja a los mexicanos y mexicanas de muchas generaciones, tristeza y añoranzas y un gran vacío, que nos pesa. porque se va el cerebro de un cuento lleno de fantasía y ternura, de risa y optimismo, --en suma--, de lecciones de humildad y sencillez en el actuar en la vida.
Tantos personajes, maravillosos que nos divirtieron tanto, sólo pudieron existir en la mente y el corazón de un genio y…de un excelente ser humano.
Descanse en paz don Roberto Gómez Bolaños.
Gracias y hasta la próxima.
[1] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/11/140502_mexico_frases_chavo_chapulin_chespirito_ng
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