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El abuso en el consumo de grasas (carnes rojas, azúcares, carbohidratos, productos enlatados y embutidos), que normalmente forman parte de la dieta cotidiana, tiene como consecuencia el sobrepeso o la obesidad; otros factores de riesgo como el sedentarismo, el tabaquismo y la diabetes mellitus, pueden agudizar este problema de salud.
Luz María Trujillo Meza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Delegación Veracruz Norte, explicó que esta enfermedad es totalmente prevenible, ya que el 95 por ciento de los casos se debe a malos hábitos alimenticios y obesidad, y el cinco por ciento restantes tiene su origen en la herencia familiar.
Para prevenir la hiperlipidemia se debe modificar la dieta diaria, la cual debe ser equilibrada, abundante en verduras y frutas, y restringidas en carnes rojas, comida chatarra” (frituras, refrescos. pizzas, hamburguesas, entre otros) y productos lácteos.
Otra medida de prevención es realizar una caminata de treinta minutos diarios, ya que esta actividad ayuda a mantener bajos los niveles de colesterol, al favorecer un mejor metabolismo de los lípidos y de glucosa.
Explicó que no sólo las arterias del corazón y el cerebro son afectadas por los elevados niveles de colesterol y triglicéridos, también se pueden dañar los riñones, el páncreas y el hígado.
En el caso de colesterol, se eleva principalmente por el exceso en el consumo de grasa de origen animal, la cual no se metaboliza y se estanca en todos los vasos sanguíneos, e incluso puede ser tanta la cantidad que llega a cubrir todo el hígado, lo que causa en éste intenso dolor.
En la elevación de los triglicéridos, aunque también intervienen las grasas, la principal fuente es el exceso de carbohidratos, que contienen los alimentos azucarados, las harinas (tortillas y pan) e incluso ciertas frutas como son el mango y el mamey.
Hay que prevenir, con exámenes periódicos de sangre, ya que lamentablemente cuando la elevación de colesterol y/o triglicéridos se manifiesta, suele ser porque se presentó un infarto al miocardio o al cerebro, hipertensión arterial, diabetes mellitus o pancreatitis, o dolor intenso en el hígado.
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