La escena veracruzana
Imagen: Archivo Vaxtuxpan
“Veracruz es la entidad con más cierre de plazas en el país”, se nos informa en la edición de IMAGEN del martes pasado. De conformidad con los datos disponibles de asegurados en el IMSS (http://www.stps.gob.mx/bp/secciones/conoce/areas_atencion/areas_atencion/web/menu_infsector.html), de diciembre del año pasado a julio del presente, se han perdido 30,454 empleos, no obstante que en el país, durante el mismo periodo, se “generaron” 464 mil nuevas plazas.
Esta “generación” de nuevas plazas es producto de la agresiva política de regularización fiscal del gobierno de Peña Nieto, que implica la inscripción en el IMSS de los empleados de las empresas que pasan de la informalidad a la formalidad. Sin embargo, de una manera u otra, el contraste con la realidad veracruzana es alarmante.
De por sí el ritmo de crecimiento de los empleos en el país es muy bajo con relación a los nuevos trabajadores que se incorporan al mercado de trabajo año con año (en este sexenio sólo se llega a cubrir 600 mil del 1 millón 200 que se requieren año con año; fueron 400 mil en el gobierno de Calderón y 200 mil en el de Fox). Pero el caso de Veracruz es patético. En el periodo de Miguel Alemán sólo se generaron 10,500 empleos por año; con Fidel Herrera fueron 14,000 y en los 5 años que han pasado de Duarte sólo se crearon 11 mil 600. Pero agregando los 7 meses que van de este año y si continúa, como parece que va a suceder, esta tendencia de pérdida de empleos, este sexenio terminará con un saldo negativo.
A pesar de ser el tercer estado con mayor población (6.8% de la población nacional), Veracruz sólo genera el 4% de los empleos en el país.
Por otra parte, el salario que se paga por esos escasos empleos también es muy bajo.
Decíamos en la entrega pasada que un resultado del modelo económico vigente es que se ha llegado a hacer de nuestro país un exportador de mano de obra barata. Y no sólo en razón de la emigración de trabajadores que van a los Estados Unidos, sino por los salarios que se pagan en México y que se incorporan, así tan bajos (se les llama competitivos en el lenguaje corporativo), al costo de las mercancías que se exportan al mercado internacional.
Si tenemos bajos salarios en todo el país, la remuneración de los empleos en Veracruz es todavía menor. Las mismas estadísticas del IMSS nos sirven para hacer notar este fuerte contraste. El salario medio de cotización al IMSS en 2015 fue de 294 pesos al día, pero en nuestro estado apenas alcanzó la cifra de 263 pesos, es decir, 10% menos.
En todo este sexenio de nada han valido los grandes anuncios del gobierno de Duarte: en noviembre de 2012, a través del Secretario de Desarrollo Económico, se ufanaba de que en dos años se habían atraído 53 mil millones de pesos de inversiones, se habían creado 3,500 micros y pequeños negocios, además de haber creado 200 mil nuevos empleos para los veracruzanos. Además de que estas cifras estaban enormemente infladas (de diciembre de 2010 al mismo mes de 2012 el IMSS sólo reportaba 58 mil nuevas plazas), los programas estrella de la administración del gobierno de Duarte o se fueron por el caño de la corrupción (¿cuántas de esos 3,500 Mipymes fueron creaciones hechizas para lavar dinero?) o fueron sólo flor de un día. El DESTRABA (Programa de Desregulación de Trámites Básicos Municipales), el Mil Empresas, el Mercado Prospero Adelante, etc., no despegaron o se hicieron trizas a la hora de aterrizar.
Las decisiones nacionales, apoyadas por el gobierno local, como la reforma energética, han destruido miles de plazas de trabajo para los veracruzanos. Los despidos de PEMEX, sobre todo en la zona sur de la entidad, tienen a miles de familias en el desamparo total. Asimismo, el abandono del campo, que ya lleva varios lustros, provoca no sólo desabasto de alimentos e insumos industriales sino pérdida de empleos y de ingresos para las familias rurales. Y para colmo, los adeudos que el gobierno de Duarte debe a múltiples proveedores tienen varadas a cientos de empresas en la entidad.
La actual escena veracruzana, además de la tragedia de la inseguridad, fosas clandestinas, feminicidios, corrupción e impunidad en todos los niveles y un futuro incierto de desgobierno, está cruzada por el cierre de fuentes de empleo y los bajos salarios. El peor de los escenarios. Los lectores tienen la palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario