Blogpost por Angélica Simón
El borrador de lo que será la Constitución de la Ciudad de México entregado por el primer mandatario local, Miguel Ángel Mancera, a los integrantes de la Asamblea Constituyente, incluye tal como lo hemos venido demandando ciudadanos como Francisco Fontano (quién promovió una propuesta ciudadana específica), Greenpeace y decenas de miles de personas, el acceso a áreas verdes como un derecho fundamental. Eso es un gran avance y un logro como sociedad.
Sin embargo, el único criterio en el texto que se usa para garantizar áreas verdes urbanas para todos los ciudadanos es que sean "adecuadas", y ahora todos nos preguntamos ¿qué significa adecuadas?, ¿según qué definición, indicadores, intereses, y establecidos por quién?
Queremos decirles a los integrantes de la Asamblea Constituyente, quienes a partir de este momento son los responsables de redactar el texto final de la Constitución que regirá el futura de nuestra ciudad, que no pueden dejar esta parte del texto en términos tan vagos. Hacerlo sería una omisión importante que pondría en riesgo la sostenibilidad de la ciudad y la salud de todos nosotros.
Para evitar que sigamos perdiendo estos espacios públicos indispensables para la calidad de vida en la ciudad y todos los beneficios y servicios que nos proveen, el texto debe decir: áreas verdes urbanas (dentro de las zonas urbanizadas además de las periféricas), adecuadas, accesibles (cercanas), públicas (para el uso y disfrute de todos) y suficientes conforme a los más actualizados estándares internacionales. Así, con todas sus letras, debe quedar asentado en la Constitución.
No se trata de palabras más o palabras menos, se trata de precisiones que no permitan en un futuro una interpretación errada o a conveniencia de intereses particulares de lo que significa "adecuadas".
Firma y ayúdanos a pedirle a los Constituyentes que no escatimen esfuerzos ni palabras para realmente garantizar áreas verdes urbanas, accesibles, públicas y suficientes para todos, eso, es lo adecuado para alcanzar el bienestar y el bien común.
Fuente: Greenpeace
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