lunes, 6 de agosto de 2018

Entre Asesinados, ejecutados, encajuelados y malos modales.



Sapos y alacranes 
Por Orlando Segura Hervert. 
Así transcurrieron los días en el municipio porteño, entre encajuelados, ejecutados, asesinados y los malos tratos del DIF. Fue una semana negra y gris para algunos, y muy alegre, bullanguera para la familia presidencial, con ritmo y sabor a Sonora Santanera un fiestón loco con motivo de las Bodas de Oro de los papas del alcalde Juan Antonio Aguilar Mancha. 

Mientras los organismos delincuenciales resuelven sus asuntos a punta de plomazos y metralla, las autorides formales y reales “le ponen crema a sus tacos” y para no quedarse atrás, el pasado jueves sumaron otros dos despidos injustificados a la lista del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, dos trabajadoras con perfil profesional, experiencia probada y demostrada, formadas en la vocación de servicio desde hace 11 y 4 años. Las personas ya se preparan para asistir a los tribunales y ahí defender sus derechos. Desafortunadamente el que va a pagar es el pueblo de Tuxpan porque las liquidaciones no son nada baratas. 

El viernes la presidenta del DIF, Elda García Martínez se le olvidó la cuna de donde procede, la humildad, el protocolo, la diplomacia y los buenos oficios; al medio dia, en pleno acto de “Mis Vacaciones en la Biblioteca”, humillo al público, los ediles y al cabildo. Ordenó al maestro de ceremonia que primero hablaría ella, después en el desarrollo del acto, a la hora de entregar los reconocimientos, relegó a los ediles y contundentemente afirmó que los mentados diplomas de los integrantes del INAPAM que había asistido a las sesiones, las entregaría ella, por ningún motivo quiso compartir el protagonismo institucional. 

Las ediles prefirieron guardar la cordura, aguantaron vara y dejaron pasar la falta de respeto al máximo órgano de gobierno. 

El sábado todo quedó en el limbo,en la noche, las amistades de la pareja presidencial celebraron a lo grande el compromiso nupcial de los 50 años de Don Toño y Doña Sabina. 

Aquí no pasa nada… 

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