Por Orlando Segura Hervert.
El módulo de salud municipal atiende aproximadamente 80 pacientes diarios, 1600 personas durante todo el mes, en ocasiones son más, de esta cantidad, el 40% son gorditos, panzoncitos, es una cifra elevada para un municipio con boulevard, playas y atractivos naturales, declaró Guillermo Salazar García, encargado de esta instancia que realiza exámenes de glucosa y además se les toma la presión arterial para observar si los ciudadanos que acuden a los bajos del palacio están elevados, estables o bajos.
Un obeso es propenso a múltiples enfermedades, generalmente su peso le afecta el sistema endócrino, nervioso, ostioarticular, circulatorio, sufre de trastornos cardiovasculares, embolias, ataques al corazón, diabetes, por decir lo menos.
Si los ciudadanos están por arriba de lo normal en cuanto a peso, es necesario hacer una evaluación para observar si no están enfermos, su situación se debe al consumo exagerado de grasas, alimentos chatarras, refrescos, enlatados, estos hábitos perjudican la salud de los tuxpeños.
Ahora bien, lo primero que tienen que hacer es realizarse determinados estudios, mantener vigilancia estricta de cada uno de los síntomas, efectuarse análisis de laboratorio específico como son química sanguínea, biometría hemática, general de orina, rayos X de tórax, electrocardiograma, entre otros.
El galeno nos indica que la forma de comer es una cultura que se tiene que combatir desde muy temprana edad, enseñarles a ingerir determinadas cantidades de nutrientes, esta cuestión puede efectuarse desde el nivel de preescolar; además de lo anterior hay que aplicar un programa especial para que todos practiquen algún deporte, se mantengan en movimiento constante, plantea que la simple caminata de media hora diaria genera bienestar, un estado de ánimo adecuado, otra actitud, tonifica el cuerpo.
Hace años cuando uno veía a un recién nacido y estaba cachetoncito, robusto, se pensaba que era sano, hoy la realidad nos muestra otra cosa, que el niño si sigue creciendo en esas condiciones, probablemente padezca de múltiples problemas de salud, por eso hay que supervisar que comen nuestros hijos, concluyó Salazar García.
El módulo de salud municipal atiende aproximadamente 80 pacientes diarios, 1600 personas durante todo el mes, en ocasiones son más, de esta cantidad, el 40% son gorditos, panzoncitos, es una cifra elevada para un municipio con boulevard, playas y atractivos naturales, declaró Guillermo Salazar García, encargado de esta instancia que realiza exámenes de glucosa y además se les toma la presión arterial para observar si los ciudadanos que acuden a los bajos del palacio están elevados, estables o bajos.
Un obeso es propenso a múltiples enfermedades, generalmente su peso le afecta el sistema endócrino, nervioso, ostioarticular, circulatorio, sufre de trastornos cardiovasculares, embolias, ataques al corazón, diabetes, por decir lo menos.
Si los ciudadanos están por arriba de lo normal en cuanto a peso, es necesario hacer una evaluación para observar si no están enfermos, su situación se debe al consumo exagerado de grasas, alimentos chatarras, refrescos, enlatados, estos hábitos perjudican la salud de los tuxpeños.
Ahora bien, lo primero que tienen que hacer es realizarse determinados estudios, mantener vigilancia estricta de cada uno de los síntomas, efectuarse análisis de laboratorio específico como son química sanguínea, biometría hemática, general de orina, rayos X de tórax, electrocardiograma, entre otros.
El galeno nos indica que la forma de comer es una cultura que se tiene que combatir desde muy temprana edad, enseñarles a ingerir determinadas cantidades de nutrientes, esta cuestión puede efectuarse desde el nivel de preescolar; además de lo anterior hay que aplicar un programa especial para que todos practiquen algún deporte, se mantengan en movimiento constante, plantea que la simple caminata de media hora diaria genera bienestar, un estado de ánimo adecuado, otra actitud, tonifica el cuerpo.
Hace años cuando uno veía a un recién nacido y estaba cachetoncito, robusto, se pensaba que era sano, hoy la realidad nos muestra otra cosa, que el niño si sigue creciendo en esas condiciones, probablemente padezca de múltiples problemas de salud, por eso hay que supervisar que comen nuestros hijos, concluyó Salazar García.
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