viernes, 15 de febrero de 2008

COLUMNA RETRATOS...




Por Miguel Camín...


retratos1@gmail.com

¿Justicia? Así se llama una meretriz que cobra bien sus favores.

1.-OLIENDO A BOÑIGA: Me he mantenido atento al fuego cruzado que se viene suscitando en el campo virtual de este blog. Nada nuevo en las estériles querellas que provoca pellizcar intereses políticos y económicos como los que magulló Observatorio de Joseph con su información y sus juicios en su columna. Señalar las inmoralidades del servicio público en las que han incurrido el alcalde Juan Ramon Ganem y el director de comercio Emeterio Ruiz no granjea simpatías, atrae más bien como la carne a los perros, la sevicia de los carroñeros a obediencia de la mano de esos amos. Por eso no extraña a quien esto escribe la bajeza con la que han procedido contra Observatorio de Joseph. Siempre me he preguntado: ¿Con qué puta cara se pueden sentar a la mesa a comer con su familia estos carroñeros cuando la lana con que adquieren sus alimentos viene oliendo a mierda? Juan Ramón Gánem y Emeterio Ruiz y sus mandriles creen tener inmunidad crítica en su errático quehacer en la administración pública sólo porque le hinchan el buche a La Opinión, al Noreste, al Diario de Tuxpan, al telediario del canal 12 en cable y algunos radionoticieros. Pues se jodieron con el blog vaxtuxpan donde se polemiza con una invaluable libertad de expresión.

2.-LA IMPUNIDAD COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES: El deber primero y último del Estado es garantizar la integridad física de sus ciudadanos. Para ello, los gobernados le han facultado para ser el único que puede hacer uso legítimo de la fuerza pública para salvaguardar ese bien que es la vida misma. Así nació el Estado, cima hasta ahora de la civilización occidental moderna. Para que los hombres no se mataran por cualquier pendejada en su contacto diario, se creó una institución inhibidora capaz de vigilar y castigar ese mínimo intento de barbarie. La policía, los ministerios públicos, las procuradurías, los jueces son parte de ese Estado, parte importante, aquí en Veracruz. Sin embargo estos güangos no garantizan una chingada. No garantizan que no te maten, y si te matan, no garantizan castigar a quien rompió el pacto sustancial de no atentar contra la vida de un conciudadano. Se podrá argüir que no habría tal cantidad de guardias para impedir que alguien te mate. Por supuesto. Pero lo que inhibe a un posible asesino, por acción u omisión, es saber que quien lo hizo en su momento, quien privó de la vida a alguien, tuvo su grado de castigo sujeto a la ley. Pero si de 10 asesinatos en Veracruz, en México, sólo uno es castigado, entonces nuestras autoridades sirven para una chingada. Y El Estado... El Estado está roto, vale madres. La impunidad se convierte en una de las bellas artes.

3.-LA JUSTICIA... LA JUSTICIA ESTÁ EN OTRA PARTE: La familia y los compañeros del joven estudiante de la UGM asesinado hace unas semanas traen una campaña para llevar a los juzgados a la presunta homicida. Esa campaña arrancó con una marcha multitudinaria que recorrió calles de la ciudad para sensibilizar a los peatones y automovilistas de tan lamentable hecho de violencia, y pedir “justicia”. Se la solicitan al procurador del estado Emeterio López Márquez. A buen árbol se arriman. López Márquez fue encargado de despacho en la procuraduría en los primeros meses de gobierno de Fidel Herrera, porque el cargo de titular de procurador tenía que pasar por la aprobación del congreso local, y los legisladores en la oposición se oponían a su nombramiento. Empeñado el gobernador Herrera en imponer a Emeterio López Márquez no dudó, junto con la bancada del Pri, en utilizar cualquier recurso, por ilegal e ilegítimo que fuese. Así, aquella sesión donde fue votado López Márquez, recorrió las pantallas de televisión en horario estelar cuando López Dóriga mostraba el fraude donde el diputado panista Francisco Herrera Jiménez, quien afirmó más tarde, para justificar la triquiñuela, que lo había hecho bajo amenaza de muerte, cambiaba cuatro boletas electorales en contra por cuatro a favor que guardaba en su bolsillo, y que fueron, al final, las que inclinaron la decisión a favor del candidato del gobernador. Hoy, cuando esos jóvenes llenos de ilusión y esperanza, y rabia, junto a sus maestros demandan justicia, Emeterio López Márquez sigue como procurador a pesar de su origen ilegal e ilegítimo, y aquel diputado panista cómplice del fraude Francisco Herrera despacha con puto cinismo en la alcaldía de Papantla, obtenida bajo las siglas del Pri. Uno: Emeterio López Márquez, procurador; el otro, ex diputado local, ahora alcalde. ¿Cómo pedir justicia, aplicación estricta de la ley, a quienes en horario triple A dieron muestra de violentarlas? ¡Por favor!

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