Por Orlando Segura Hervert
Este domingo 16 de marzo se llevarán a cabo las elecciones internas del partido más grande de la izquierda mexicana, ese instituto que nació oficialmente el 5 de mayo de 1989, después de aquel gran fraude electoral que le cometieron al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, ahí confluyeron una gran cantidad de organizaciones y hombres que creyeron en un proyecto en donde la esperanza por construir un México mejor estaría como elemento central, así nació el PRD, el sol azteca
En el 2006, ese gran movimiento estuvo a un pelito de rana calva de ganar la presidencia de la república mexicana, diversos actores e intereses económicos, con la complicidad de los órganos electorales, impidieron el acceso de la izquierda al poder, mucho se ha hablado de ello, y la incógnita quedará ahí, la duda no fue resuelta favorablemente por el máximo tribunal de justicia. La revista proceso impugnó y sin embargo dicho cuestionamiento legal fue rechazado, con ello, por la vía de los hechos, quedó consumado la aberración del probable fraude electoral.
Han transcurrido prácticamente 2 años, pero el PRD como tal, le cuesta trabajo sostener su ritmo, en muchos de los casos no ha encontrado la brújula, con dificultades se ha sostenido en Michoacán y Baja California, está lleno de contradicciones, le pesa forjar la unidad.
Con todo ello, éste domingo las bases perredistas definirán entre dos proyecto: Alejandro Encinas y Jesús Ortega, el primero está cercano al líder principal de la resistencia civil pacífica, ese que se ha opuesto a la privatización del petróleo, ese que se ha opuesto al saqueo de los recursos naturales. El otro ha sostenido reuniones secretas con Juan Camilo Mouriño, es propenso a las negociaciones con el poder. Supuestamente tienen la estructura partidista, en el caso de Tuxpan, su operador Balfred Martín Carrasco Castán anda distribuyendo despensas y dinero, se mueve al viejo estilo priista, compra conciencias, el hermano de Rogelio Franco Castán, líder estatal y miembro de Nueva Izquierda, está enchufado al ámbito legislativo federal a través del diputado Celso David. Hay que recordar además que Franco Castán cedió los espacios, fue comprado y de ésta forma traicionó los ideales enarbolados por el Partido de la Revolución Democrática en Veracruz.
Los viejos vicios son los que están matando la renovación del PRD, por eso no crece, porque prevalecen las trampas por sobre la capacidad y el liderazgo, la ética quedó de lado, las buenas costumbres son excelentes intenciones plasmadas en los estatutos, mismos que nadie respeta
De un padrón “ilusorio” de 5000 militantes en el municipio tuxpeño, se prevé que solo el 10% se manifieste en las urnas.
No hay tiempo que no se llegue, el PRD está en la encrucijada, entre la Izquierda tranza y la Izquierda renovadora..
No hay comentarios:
Publicar un comentario