sábado, 22 de marzo de 2008

PRI, PAN Y PRD SE COMPROMETEN A REVISAR CAPÍTULO AGROPECUARIO DEL TLCAN



DF, México — Integrantes de la Campaña Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria y la Reactivación del Campo Mexicano “Sin Maíz no hay País, y sin Frijol Tampoco ¡Pon a México en tu Boca!” entregaron en el Senado de la República un enorme cheque con 439,385 firmas de mexicanos y mexicanas que exigen a los legisladores la renegociación del apartado agrícola del TLCAN.
Una comisión de la campaña, junto con la actriz Vanessa Bauche y la escritora Laura Esquivel, así como los Doctores Antonio Turrent y Antonio Serratos fue recibida, dentro del Senado, por la vicepresidenta de la mesa directiva de la Cámara Alta, Yeidkol Polevnski (PRD) y los senadores Guillermo Padrés Elías (PAN), presidente de la Comisión de Agricultura, Heladio Ramírez López (PRI), presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, Rubén Fernando Velázquez López (PRD), Silvano Aureoles Conejo (PRD), Jesús Dueñas Llerena (PAN) y Ramiro Hernández García (PRI).


Ante senadores, los integrantes de la Campaña expusieron la postura de miles de mexicanos que con su firma están defendiendo al campo.“No permitiremos que Alberto Cárdenas, Secretario de Agricultura, siga promoviendo los intereses de las grandes corporaciones en vez de potenciar el desarrollo del campo mexicano y de quienes lo trabajamos. La Sagarpa pretende imponer un modelo de agricultura y alimentación basado en la privatización, la apertura comercial indiscriminada y la desregulación del sector agroalimentario. El aumento de las agroexportaciones se ha hecho a costa de la concentración en un cinco por ciento del total de las unidades de producción, excluyendo por completo a los pequeños productores”, acusó Felipe Zeferino Teófilo, de la organización Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ).“Hace ya más de 15 años que la implementación de leyes favorece cada vez más la intervención de las empresas monopólicas en los territorios campesinos e indígenas, en nuestros recursos naturales, en la producción y comercialización de nuestros alimentos.

Este tipo de empresas intentan acabar con nuestra cultura y con nuestra soberanía alimentaria, es por eso que desde junio de 2007 exigimos a las autoridades mexicanas que cumplan su compromiso con el desarrollo de nuestro campo, con los mexicanos y mexicanas y no con los grandes intereses capitalistas”, declaró la actriz Vanessa Bauche.“La verdadera democracia supone escuchar todas las voces, queremos confiar en que los senadores de todos los partidos tendrán la sensibilidad de comprender la importancia de nuestras demandas y hacerlas cumplir”, dijo la escritora Laura Esquivel.“Cualquier tratado puede revisarse y es un compromiso del Senado revisar este Tratado para evitar que afecte al campo mexicano”, reconoció la senadora Yeidkol Polevnski (PRD).“Esperamos de los senadores del PRI, PAN y PRD, el cumplimiento de este compromiso para revisar el apartado agrícola del TLCAN, estaremos pendientes de los avances en este tema que es de vital importancia para el campo nacional y para todos los mexicanos”, señaló Victor Suárez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC).Fuera del Senado se instaló un mural con la leyenda “Sin maíz no hay país”, conformado por muchas de las firmas recabadas en la campaña y fue complementado con las rúbricas de la actriz y senadora María Rojo, la escritora Laura Esquivel, las actrices Vanessa Bauche y Sofía Alvarez, y las de los Doctores Antonio Serratos y Antonio Turrent. Firmaron también los senadores Yeidkol Polevnski, Guillermo Padrés, Rubén Fernando Velázquez, Silvano Aureoles, Heladio Ramírez, Jesús Dueñas y Ramiro Hernández.

Previo a la entrega de las firmas, se organizó un acto político-cultural en la Plaza Tolsá, en el que la actriz Sofía Álvarez presentó un espectáculo con cuentos indígenas para destacar la importancia cultural del maíz para la identidad mexicana. En el terreno científico, los Doctores Antonio Serratos y Antonio Turrent explicaron el escenario que se vislumbra para el agro mexicano si el Senado de la República no frena los efectos del TLCAN para nuestro país.“La creciente importación de maíz transgénico proveniente de Estados Unidos, como consecuencia de políticas agropecuarias neoliberales, ha devastado a las comunidades campesinas productoras del maíz nativo. El gobierno mexicano está poniendo en riesgo el centro de origen y diversidad del maíz, ya que no tomó en cuenta lo dicho en 2004 por la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA), que emitió una recomendación contundente de prohibir la entrada de maíz transgénico a México, basada en una correcta interpretación del Principio Precautorio contenido en Acuerdos Internacionales de los que México es signatario”, declaró el Dr. Antonio Serratos de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS).“El campo mexicano tiene el potencial para producir por lo menos 53 millones de toneladas anuales de maíz con tecnologías desarrolladas por nuestras instituciones públicas, utilizando variedades de maíz mejoradas genéticamente a partir de nuestras propias variedades nativas.

México ingresó al TLCAN antes de haber completado el desarrollo de su infraestructura que le permitiera aprovechar su recurso agua dulce en ocho estado del sur-sureste y de haber transferido el conocimiento público a sus productores, particularmente a los productores en pequeño. En lo que respecta al maíz y al frijol, el TLCAN ha funcionado como sustituto del desarrollo de nuestras capacidades potenciales y como tal, nos conduce a la dependencia creciente de nuestros alimentos básicos y a la pérdida consiguiente de soberanía”, comentó el Dr. Antonio Turrent, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).Las firmas recabadas por la campaña nacional “Sin maíz no hay país”, desde el 25 de junio de 2007 a la fecha, corresponden a ciudadanas y ciudadanos representantes de más de 300 organizaciones campesinas, indígenas, ambientalistas, de derechos humanos y de consumidores de distintas partes del país, así como científicos, investigadores, artistas e intelectuales que respaldaron las cinco demandas planteadas para defender el campo (ver cuadro). Las cinco demandas de la campaña de recolección de firmas fueron:Sacar al maíz y al frijol del TLCAN.- Instalar un mecanismo permanente de administración de las importaciones y exportaciones de maíz y frijol (y sus derivados y subproductos) por el Congreso de la Unión.Prohibir la siembra de maíz transgénico en México.- Protección y mejoramiento del patrimonio genético de los maíces mexicanos, incentivo a la producción de maíces nativos y orgánicos.Aprobar el Derecho Constitucional a la Alimentación por la Cámara de Diputados y la Ley de Planeación para la Soberanía y Seguridad Alimentarias y Nutricional por la Cámara de Senadores.Luchar contra los monopolios del sector agroalimentario: evitar el acaparamiento y la especulación así como la publicidad engañosa de alimentos “chatarra”.Promover que el maíz mexicano y las expresiones culturales que involucra se inscriban, tan pronto como sea posible, en la Lista de Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por la UNESCO.

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