viernes, 28 de marzo de 2008

TIEMPOS DE CINISMO...


Por Uriel Flores Aguayo
urielfloresaguayo@hotmail.com


Por su origen, que estuvo marcado por el fraude electoral, el PRD buscó un método innovador, abierto y directo, para elegir a sus dirigentes. Lo hizo desde la buena voluntad pero a partir de visiones burocráticas y sin prepararse debidamente. Ese método de elección interna se corrompió y quedó fuera de control, resultando contraproducente para el propio PRD. Gradualmente se fue volviendo enredado y peligroso hasta explotar en nuestras manos en la más reciente elección. No siendo todo en el PRD, su método de elecciones lo tiene sumido en una profunda crisis.

Para hablar del PRD veracruzano hay que decir que hace tres años el actual Presidente-Administrador, Rogelio Franco, llegó a ese cargo en una elección llena de anomalías y simulaciones. Al final de alegatos e impugnaciones se le aceptó anteponiendo el interés partidario y cuidando las formas. Al repetir los mismos métodos esa pandilla nos está indicando que se ha convertido en un grupo corrupto cuyo único fin es mantener el control burocrático del PRD.

Ahora no hay salida cupular posible, ni maquillajes que valgan para limpiarle la cara sucia a los protagonistas de los bochornosos actos señalados. Hacerlo sería complicidad con la actitud cínica y locuaz de quienes se dicen ganadores en base a votos falsos. Si habláramos de 2 o 3 mil votos podríamos justificarnos en el error, lo que no es posible añadir a los casi 27 mil votos que se fabricó artificialmente el candidato oficial; estamos ante un hecho doloso y corrupto, como su ineficaz promoción y raquítica cosecha de votos reales a cambio de miles y miles de despensas. En el PRD también se cansan de tanta tranza.

El problema de fondo del PRD es que cada vez es menos un partido de izquierda, si alguna vez lo fue, y que los grupos que lo dirigen en Veracruz no tienen ideología ni visión política democrática. No por otra cosa se ha ido volviendo un cascarón cuyo futuro es muy incierto.

En medio de las grandes dificultades para recuperar la confianza tanto hacia dentro como hacia fuera, lo mejor que puede hacer el PRD es anular su elección en Veracruz. Tal vez seria la única manera de dar la cara a los ciudadanos, haciéndoles saber que tenemos vergüenza y que pensamos en el PRD como un instrumento social y no como el fin en si mismo de una bola de grillos y hueseros.

Habrá que elevar el volumen de las protestas o tocar muy fuerte las campanas de la conciencia, pero algo habrá que hacer para no perder proporción de la realidad y no ahogarse en los charcos del cinismo. Lo digo porque observo actitudes de ignorancia y de una especie de soberbia entre quienes hacen las trampas y después exigen que no se les reclame, haciendo como que no pasa nada, como que todo es normal. En su modus vivendi, cuando los valores están invertidos, vale más el atracador y compiten entre ellos para ver quién se degrada más. Si acaso, el cochinero les da risa.

Si el PRD no se refunda, imponiéndose los grupúsculos facciosos, su ruta será de invariable retroceso, favoreciendo al bipartidismo y acortando los espacios para el pensamiento progresista.

Por mi parte, estoy dedicado a reflexionar profundamente sobre mi deber y actuaré en consecuencia. Si no se demuele el cochinero en que nos hemos metido francamente muy poco me quedaría por hacer en el PRD.

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