jueves, 8 de mayo de 2008

COMENTARIO Y COLUMNA "RETRATOS"...



Por Miguel Camín



Aferrado editor, sostuve una larga ausencia de colaboración en su página, netamente voluntaria, ni por asomo resultado de un amago o censura tal. Quien especule lo contrario es más ocioso que rascarse las axilas. En ese lapso de tiempo tuve oportunidad de asomarme a la página de su blog, y el peso mayor de su contenido está ora para llorar ora para provocar el vómito. De dónde saca usted señor editor que al puto público de lectores de su blog le interesa en lo mínimo los rollos muertos que cagan con frecuencia diaria los changarros de comunicación social del estado y del ayuntamiento. ¡Basta ya de lamerle el culo al príncipe! Llámese gobernador o alcalde. No han hecho nada destacable y si lo llegaran a hacer nada tendría de extraordinario pues su encomienda de gobernantes los obliga.
Qué si usted militante editor es del PRD, allá su mal gusto. Lo que sí tiene un tufo de saturación son los largos choros de la hija de Heberto Castillo, Batís, el tal Bueno y la reproducción propagandística de la versión estenográfica de los discursos del López Obrador. Qué si el Observatorio de Joseph milita en el Pri o qué si Fernando Morales es miembro del Pan son datos útiles que explican su corta mira, sus limitaciones intelectuales, sus erróneos juicios. Por lo demás, no le dé explicaciones al ojete ese tal Enrique. Sus llamados –los del ojete Enrique— son balbuceos, ronroneos. Tírele editor una wyska.

R E T R A T O S

La matriz de todo pensamiento es el asombro, asombro de ser y ante el ser


1.- CARNAVAL.- En mayo de 1998, en una de esas noches de carnaval, dos jóvenes estudiantes universitarios, con parentesco, primos ellos, murieron a causa de heridas provocadas por una navaja. Fueron aprehendidos, juzgados y sentenciados por asesinato José Luis Basañez y tres de sus hijos. Desconozco si cumplieron todos a cabalidad su condena o si alguno de ellos sigue convicto. Lo que si sé, o, más bien, vi, fue a José Luis Basañez, el padre, diez años después de haber sido participante de los homicidios, disfrutando de los desfiles del carnaval en este 2008. Traía esta noche unos tejanos anudados con un cinto ancho con un águila reluciente incrustada en una enorme hebilla de plata, y una corriente playera azul eléctrico con la leyenda Cuba a la altura del tórax, con vivos circundantes en el cuello y las mangas en tono gris. Estuvo unos minutos sentado y tamborileaba con sus gruesos dedos sobre la tapa de una mesa de plástico siguiendo el ritmo ruidoso de la música. Ajado el rostro encendido, su mirada, por segundos, no tenía destino, desubicada, con unas ansias de encontrar reposo ante su afamada naturaleza explosiva, fúrica. Genio y figura: se levantó a recoger tiras de preservativos lanzados a los mirones desde una camioneta en movimiento, tomó varias, volteó donde unos adolescentes apáticos y las sacudió invitándolos a compartir algunas piezas, los chavalos no le hicieron segunda, y José Luis Basañez volvió a lo suyo y movidos sus pies, viejos y lentos, por una música caribeña, bailó consigo mismo y, acompañado de una señas de beber, dijo hacia la nada: “hace falta esto”... y lo de hace una década, de aquella tragedia, venga ahora la alegría.

2.-PARA MEARSE. Circulan en el Noreste diario sección Tuxpan con impunidad diarreica dos columnas ñoñas y pendejas, que se maquillan así mismas como humorísticas, avezadas y puntillosas. Como todo maquillaje que oculta, basta un chisguete de saliva para que La Calumnia Tuxpeña y Mabis y Chonita muestren su domesticados rostros. Una, La Calumnia..., reparte, con rudeza de seda, críticas a personajes de la vida pública para en el menor descuido bajarse la pantaleta y enseñar su estrellita al mejor portado. Mabis y Chonita es o son un canto celestial de la vacuidad y la ramplonería, comentarios más pendejos imposibles de encontrar. Pero lo más llamativo de tales casos de impostura periodística del genero corrosivo es la perrada de seguidores que tienen: idiotas del mismo calibre. No encontramos (¿encontraremos?) en sus textos alusiones hirientes a peces gordos, salen cómodas y pusilánimes, La Calumnia... y Mabis y Chonita, a atrapar sardinas y charales, a pescar soquetes con lombrices como cebo.

3.-COSTUMBRISMO. Un tipo por demás cuerdo, de nacionalidad francesa para ser exacto, motor de un movimiento de arte vanguardista en la primera mitad del siglo XX, afirmó con categórica solemnidad que un genuino acto surrealista sería este de salir a la calle y pistola en mano vaciarla sobre la multitud que la transita. Escandalizó la vieja Europa. En México es el pan de todos los días. Tijuana, Culiacán, Reynosa, Acapulco, Distrito Federal, Veracruz son campos habituales de balaceras donde policías y delincuentes son lo mismo, setas que crecen libres de la misma plasta del estiércol seco. Tuxpan es un caso de morbilidad de esta epidemia delincuencial que puebla el Veracruz infame, el México huérfano. De los últimos casos de asesinatos a plena luz o amparados en la oscuridad ningún resultado de justicia, ningún nombre, sólo parientes que sollozan la inutilidad de la muerte de los suyos o la rabia impotente. Tomar un arma de fuego y salir a matar por paga o por venganza sin el menor riesgo de rendir cuentas a la justicia es una norma, es una costumbre; muy lejos de ser un acto surrealista, excepcional, por lo menos en México, en Veracruz, en Tuxpan.

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