Por el Senador Juan Bueno Torio…
El día de hoy estará a debate el tema de la exploración y producción, en el que la iniciativa de la Reforma Energética presentada por el Presidente Felipe Calderón propone un esquema de contratos de desempeño para incentivar a las compañías de servicios y hacer más productiva la relación entre Pemex y sus proveedores.
A lo largo de la historia Pemex se ha convertido en la empresa más importante de los mexicanos y no es para menos, el esfuerzo de millones de trabajadores han dotado a la paraestatal de recursos económicos, financieros, humanos y productivos.
Por ello, el presidente Felipe Calderón plantea proteger y fortalecer el futuro de la paraestatal al otorgarle una total transparencia en las operaciones y contratos con las empresas de servicios y así garantizar la soberanía y rentabilidad del Estado sobre este recurso natural.
La propuesta plantea traer la mejor tecnología e infraestructura que permitirá descubrir y desarrollar reservas en aguas profundas, así como la construcción de infraestructura de producción en tirantes de aguas mayores a 500 metros y el aprovechamiento de pozos de alta productividad.
Estos factores se complementarán con la creatividad y talento de los trabajadores mexicanos, quienes al fortalecer sus capacidades y habilidades en disciplinas críticas para la exploración y desarrollo, conducirán a la paraestatal a la transformación e innovación que requiere para competir en el ámbito mundial.
Las reservas de hidrocarburos en México disminuyen desde hace varias décadas. En 1998 existían 67.7 miles de millones de barriles de petróleo crudo; en la actualidad se calculan 44.5 miles de millones, reservas calculadas sólo para diez años.
Bajo este escenario, Pemex deberá mantener los niveles de producción en el mediano plazo al trabajar en la exploración de recursos en las cuencas del Sureste; explotación de campos abandonados; desarrollo del paleocanal en Chicontepec; y exploración y uso de los yacimientos en aguas profundas del Golfo de México.
Por otro lado, las exportaciones promediaron en 2007 cerca de 1 millón 686 mil barriles de crudo diarios, cifra menor en 6 por ciento en comparación con la del año anterior.
La caída de producción petrolera en el país se debe principalmente a la declinación de su principal yacimiento, Cantarell. Desde su entrada en función en 1979 a la fecha, PEMEX produjo 29 mil millones de barriles en el territorio nacional, de los cuales, Cantarell proveyó 13 mil millones, equivalente al 45 por ciento.
A finales del 2003 Cantarell alcanzó su nivel más elevado de producción diaria con 2.21 millones de barriles de crudo. A partir de entonces, inició un proceso natural y previsto de declinación que lo llevó, en 2007 a producir 1.5 millones de barriles diarios, una disminución de 700 mil barriles por día.
Durante el primer trimestre de 2008 PEMEX produjo 2 millones 911 mil barriles diarios, volumen 7.8 por ciento menor al registrado en el mismo periodo del año anterior, el cual rondaba los 3 millones 82 mil barriles al día.
Si tomamos en cuenta que el 65 por ciento de la producción de crudo esta concentrada en sólo dos grandes complejos (Cantarell y Ku Maloob Zaap) y que estos se encuentran en periodo de declinación. Sabremos que el reto de México en la actualidad es el sostener la producción por arriba de los 3 millones de barriles diarios y la explotación de yacimientos más complejos y de menor volumen.
Así, México está listo para utilizar tecnología de punta y explorar nuevos yacimientos petroleros, y al mismo tiempo, contar con un marco legal que le garantice rentabilidad y soberanía sobre el hidrocarburo, tal como lo delimita la Reforma Energética que presentó el Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
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