Soy un tipo incurable en mi negativa a esa práctica humanista y cristiana de apoyar causas nobles. No la soporto. Ni la tolero. Me he convencido a punta de madrazos que en esta vida de diarios sinsabores no queda otra más que rascarse el culo con nuestras propias manos.
Acuso recibo del e-mail que ustedes editores me enviaron para participarme de la celebración del primer aniversario de su blog Vaxtuxpan. ¿En qué puedo apoyar? Pues haciendo lo que sé hacer mal: seguir escribiendo.
Sin embargo, les extiendo una propuesta –sabrán si la toman o la arrojan al inodoro— para recaudar fondos que les permita financiar los gastos para dicha celebración: todo aquél o aquélla (funcionario de gobierno, de preferencia, pues seguramente tomará de la caja pública el aporte) que done un billete para el mencionado motivo, se hará acreedor, en automático, si así lo desea, de un RETRATO desde el otro lado del espejo; es decir, Miguel Camín, osease yo, --vaya excepción— redactará con aristocrático estilo una texto conteniendo la descripción a detalle de sus máximas virtudes en la cosa pública –nada fácil—, y será, por supuesto, publicado en este blog.
Señores editores, espero la lista. ¡Hagan fila!
Pd. Estoy ya peor que La Calumnia Tuxpeña. Por unos granos de maíz transgénico alquilo la pluma. Toda sea para que estos generosos editores que tengo coman en su día con manteca. ¡Enhorabuena! ¡Vale!
Miguel Camín.
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