lunes, 22 de septiembre de 2008

Compromisos incumplidos de inversión en infraestructura de salud: Asa Cristina Laurell



De 9.5 mil millones presupuestados sólo 1.5 son reales * Seguirá aseguramiento pero sin unidades médicas para prestar servicios * Privatización disimulada como en PEMEX
La inversión en infraestructura y particularmente en infraestructura social se ha presentado como uno de los ejes del gobierno usurpador para reactivar la economía nacional. El 23 de agosto en secretario de Salud, José Córdova Villalobos, prometió que se invertirán 50 mil millones en infraestructura de salud durante el sexenio. Hace unos días Molinar Horcasitas, director del IMSS, reforzó este compromiso declarando que sólo en el año 2009 la inversión de este instituto será de 6 mil millones de pesos. Y una de las grandes promesas de la reforma retrógrada del ISSSTE fue la inversión extraordinaria y sostenida en infraestructura de salud del instituto.

A vista de pájaro en presupuesto de egresos de 2009 presentado a la Cámara de Diputados parece confirmar estos compromisos: el presupuesto del IMSS propone $6,212 millones de pesos en gasto de inversión; el ISSSTE presenta $1,040 millones; la Secretaría de Salud $2,082 millones y; para los estados vía el Fondo de Aportaciones para Servicios de Salud (FASSA) $121 millones. Es decir, aparentemente el total de inversión federal para las instituciones públicas de salud sumará casi 9.5 mil millones de pesos o el 20% de la inversión prometida del sexenio. El análisis detenido del rubro de inversión da un panorama muy diferente que va desde la mentira franca en el presupuesto del IMSS hasta la falta de proyectos en el ISSSTE pasando por el intercambio de la inversión física por la inversión financiera en la Secretaría de Salud.

Las apariencias engañan y al final la tan propagandizada inversión resulta una quimera expresó la secretaria de Salud del Gobierno Legítimo de México, Asa Cristina Laurell. Dijo que el análisis de la inversión física desglosada del IMSS arroja varios resultados decepcionantes. El primero es que no está prevista la construcción de ningún nuevo hospital a pesar de que el índice camas por 1,000 derechohabientes está bajando año con año.

Solamente se prevé la construcción de Unidades de Medicina Familiar (UMF) pero además a un costo por unidad de $148.5 millones que es muy alto. Pero lo más insostenible, sostuvo, es el presupuesto de 5,686 millones de pesos adscrito a la construcción de una UMF (sic) en Puerto Vallarta. Si se resta este rubro de los $6,212 millones de inversión sólo hay $ 528.7 millones. ¿Es un rubro para recortes presupuestales cuando arrecia la crisis? Indicó que en el caso del ISSSTE la inversión de infraestructura de salud propiamente hablando es de $1,040 mil millones. Sin embargo, en la parte del presupuesto donde se desglosan los programas presupuestarios con proyecto de inversión sólo aparecen $463 millones. Se podría pensar que este instituto de seguridad social no estaba preparado para recibir tanto dinero y carece de los proyectos.

Tal parece que así ocurre porque en la mayoría de los casos no se especifica ni siquiera el lugar ni el número de unidades por construir pero aun así el presupuesto no suma más que los $463 millones. De los $2,082 millones catalogados como inversión en el presupuesto de la Secretaría de Salud sólo $392.6 millones son inversión física mientras otros $1,689 millones quedan como una oscura “inversión financiera”; oscura porque correspondería a pagos imprevistos o aportaciones a organizaciones sin fines de lucro o aportaciones para fideicomisos para pensiones, manifestó.

En suma, sostuvo, no quedan para inversión en infraestructura médica los $ 9.5 mil millones sino sólo $1.5 mil millones, lo que corresponde al 3% de la inversión de 50 mil millones comprometida por el Secretario de Salud, Córdova Villalobos. Es decir, no se está resolviendo la falta reconocida de unidades de salud y hospitales para prestar servicios y cada día se están inscribiendo más personas al Seguro Popular y como derechohabientes al IMSS y al ISSSTE. Esta ecuación sólo se puede cuadrar comprando servicios al sector privado, o sea privatizando solapadamente la prestación de los servicios médicos. La estrategia privatizador de los gobiernos de derecha es la misma en todos los ámbitos. Hacen lo mismo en salud que en PEMEX.

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