Por Baltazar López Martínez
1. Qué complicado y qué simple el proceso interno del PRI. Se trata de lo mismo de siempre, obedecer a intereses de cúpula más que a la voluntad de lo que a falta de mejor término llaman “la base”. O será que esta pirámide está invertida, y que la base está arriba. Creo que en el PRI todavía no despiertan del letargo ni comprenden que son oposición, y que sus viejos métodos lejos de fortalecerlos los debilitan por lo que son, restos de un sistema autoritario y corrupto que terminó por llevarlos a la quiebra electoral.
2. Releo en estos días la biografía de Pancho Villa que escribió Paco Ignacio Taibo II. Me sorprende la riqueza de los detalles que conforman el retrato de un hombre para cuyos experimentos sociales no existe todavía una herramienta que los analice. De entre sus propuestas rescato dos: 1) convocar a elecciones de inmediato y fusilar al que cometa fraude electoral y 2) prohibir terminantemente el alcohol y fusilar al que infrinja la prohibición.
3. No creo que volver a los regímenes autoritarios sea una solución, pero sí estoy convencido de que la impunidad de los criminales electorales nos llevó a esta falta de confianza en las instituciones. Ni siquiera es cuestión de leyes, sino de su correcta aplicación. Pero estoy seguro de que si el general Villa amenazara con fusilarlos, otros serían los resultados. Un general Villa como el que le hizo falta al PRD en su elección interna.
4. Me llaman la atención también esos generales de la Revolución que echaron bala por apenas el salario que recibían de la División del Norte, desde 1 peso con 50 centavos al día para la tropa, hasta 10 pesos diarios para coroneles y generales. Y era asunto de jugarse la vida en el frente. Qué actitud tan diferente a la de los llamados “cachorros de la Revolución”, que amasaron cuántas enormes, escandalosas fortunas al amparo del poder y de vergonzosas componendas.
5. Lo único que le reprocho al libro de Taibo es su en ocasiones apresurada redacción y el hecho de que en la portada anuncia más de 400 fotografías y sí, las trae, pero tamaño timbre postal. Para un tipo como yo que requiere de tres graduaciones diferentes de lentes eso constituye una tortura de tiempos modernos. Por lo demás, te lo recomiendo. Aparece Villa desmitificado, humano, simplemente humano, alejado de la iconografía oficial.
6. Porque uno de los grandes engaños fraguados a la sombra de la Revolución Mexicana es el de la historia patria, compuesta de verdades a medias cuando no de flagrantes mentiras, reducida a un pastiche, una momia reseca, un esperpento que daría risa si no fuera tan patético.
1. Qué complicado y qué simple el proceso interno del PRI. Se trata de lo mismo de siempre, obedecer a intereses de cúpula más que a la voluntad de lo que a falta de mejor término llaman “la base”. O será que esta pirámide está invertida, y que la base está arriba. Creo que en el PRI todavía no despiertan del letargo ni comprenden que son oposición, y que sus viejos métodos lejos de fortalecerlos los debilitan por lo que son, restos de un sistema autoritario y corrupto que terminó por llevarlos a la quiebra electoral.
2. Releo en estos días la biografía de Pancho Villa que escribió Paco Ignacio Taibo II. Me sorprende la riqueza de los detalles que conforman el retrato de un hombre para cuyos experimentos sociales no existe todavía una herramienta que los analice. De entre sus propuestas rescato dos: 1) convocar a elecciones de inmediato y fusilar al que cometa fraude electoral y 2) prohibir terminantemente el alcohol y fusilar al que infrinja la prohibición.
3. No creo que volver a los regímenes autoritarios sea una solución, pero sí estoy convencido de que la impunidad de los criminales electorales nos llevó a esta falta de confianza en las instituciones. Ni siquiera es cuestión de leyes, sino de su correcta aplicación. Pero estoy seguro de que si el general Villa amenazara con fusilarlos, otros serían los resultados. Un general Villa como el que le hizo falta al PRD en su elección interna.
4. Me llaman la atención también esos generales de la Revolución que echaron bala por apenas el salario que recibían de la División del Norte, desde 1 peso con 50 centavos al día para la tropa, hasta 10 pesos diarios para coroneles y generales. Y era asunto de jugarse la vida en el frente. Qué actitud tan diferente a la de los llamados “cachorros de la Revolución”, que amasaron cuántas enormes, escandalosas fortunas al amparo del poder y de vergonzosas componendas.
5. Lo único que le reprocho al libro de Taibo es su en ocasiones apresurada redacción y el hecho de que en la portada anuncia más de 400 fotografías y sí, las trae, pero tamaño timbre postal. Para un tipo como yo que requiere de tres graduaciones diferentes de lentes eso constituye una tortura de tiempos modernos. Por lo demás, te lo recomiendo. Aparece Villa desmitificado, humano, simplemente humano, alejado de la iconografía oficial.
6. Porque uno de los grandes engaños fraguados a la sombra de la Revolución Mexicana es el de la historia patria, compuesta de verdades a medias cuando no de flagrantes mentiras, reducida a un pastiche, una momia reseca, un esperpento que daría risa si no fuera tan patético.
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