Promueven Premio Nacional de Derecho Humanos 2008.

Orlando Segura Hervert.
Dos personajes son los que puntean para recibir el Premio Nacional de Derechos Humanos 2008, uno de ellos es Fernando Martí , el joven asesinado recientemente, quien es parte de las estadísticas y de los graves factores que inciden en la inseguridad e impunidad en México; la otra es Esther Chávez Cano, quien se ha destacado en la lucha por reivindicar la defensa de las mujeres, dicho personaje participa activamente desde 1992, siempre al lado de las desvalidas y ultrajadas, el trabajo mas representativo lo ha realizado en Chihuahua, en donde estuvo al lado de las víctimas y familiares que sufrieron la perdida de las damas que fueron asesinadas, casi siempre aparecieron ultrajadas, violadas y cruelmente maltratadas, declaró Luz Amalia Vázquez Cuellar, Delegada de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Tuxpan.
Argumenta que cualquiera puede proponer candidatos para este ejercicio democrático, desde su perspectiva, la mujer debe dejar de ser discriminada, humillada y por lo tanto en su anális y reflexión, expresa que la dama originaria de Chihuahua tiene los méritos necesarios para poder aspirar a dicho premio.
En el ámbito local, durante el inicio de cursos recibió 30 solicitudes para que interviniera con diversas autoridades educativas y con el Delegado de la Secretaría de Educación en Veracruz, en torno al cobro de cuotas o bien en la entrega de documentos y certificados, dado que varios padres de familia y directores de los planteles, estaban presionando con dicha situación para que por ésta vía se vieran obligados a pagar, afortunadamente hubo una respuesta positiva por parte de Javier Benitez Ponce.
A Vázquez Cuellar y su equipo de trabajo, le tocan cubrir 17 municipios, las denuncias mas recurridas son por abuso de autoridad y de poder de los elementos policiacos, servidores públicos, regidores contra los alcaldes, etc.
Luz Amalia es doctora en Filosofía por la Universidad Iberoamericana, en materia de derechos humanos, expresa que se debe pensar en función de la dignidad y no del poder, ahí radica la importancia de ejercer con coherencia la defensa de los valores mas elementales de la sociedad.