Operadores creen que existen más probabilidades de que la nota crediticia del país descienda; la recesión, el narcotráfico y la menor producción petrolera dañan a la economía.
CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) — CNNEXPANSION.COM
Operadores de deuda mexicana están elevando sus apuestas a que las agencias calificadoras bajarán la nota crediticia de México, con lo que empeorarían las ya apretadas condiciones de financiamiento en momentos en que la economía entra en una recesión.
El costo de asegurar la deuda soberana de México de un incumplimiento de pago ha aumentado en una tercera parte este mes y ahora es más caro que el de los bonos de Brasil, que tienen una calificación menor.
Una desaceleración de la economía -de la mano de su mayor socio comercial, Estados Unidos- y menores exportaciones petroleras, que representan un tercio del gasto gubernamental, han restado atractivo a la deuda de México -que tiene grado de inversión- ante los inversionistas, que ahora ven hacia los presupuestos futuros de los Gobiernos.
"Las personas están expresando una opinión negativa cuando se trata de México. Hay muchos retos y viento en contra que México tiene que enfrentar ahora", dijo Nick Chamie, jefe global de investigación de mercados emergentes en RBC en Toronto.
Incluso, se cree que una guerra entre bandas del narcotráfico que el año pasado dejó 6,000 muertes pesa en contra de México.
En noviembre, la agencia Fitch Ratings revisó la perspectiva de la calificación de la deuda soberana de México a negativa desde estable, advirtiendo sobre la profundización de la recesión en Estados Unidos, la escasa liquidez en los mercados financieros y una baja en los precios del petróleo.
Se espera que la economía mexicana se contraiga más de 1.0% este año, mientras la demanda de sus manufacturas desciende en Estados Unidos.
La producción de crudo de México cayó un 9.2% en enero a su nivel más bajo desde noviembre de 1995, por los decrecientes rendimientos de su gigante pero antiguo yacimiento Cantarell. Y los analistas ven difícil que la petrolera estatal Pemex logre sus metas de producción este año.
Y las preocupaciones por las reservas internacionales de México han aumentado, luego de que este mes el banco central interviniera directamente en el mercado cambiario para vender dólares, después de que sus subastas programadas establecidas en octubre no lograron frenar el declive del peso.
Expertos se preguntan hasta dónde llegará el banco central en su defensa del peso, golpeado por la aversión al riesgo global y la desaceleracioón económica, y si su "escudo" de 82,000 millones de dólares en reservas internacionales será suficiente para soportar una prolongada lucha.
El miércoles, el costo de asegurar durante un año 10 millones de dólares de bonos mexicanos a cinco años denominados en dólares era de 452,000 dólares, mayor que lo que pagaban inversionistas por asegurar deuda brasileña similar, según el servicio de datos Markit.
Al cierre del año pasado, era ligeramente más barato asegurar deuda mexicana que brasileña.
"El hecho de que el precio haya subido te habla de la percepción de un eventual riesgo de incumplimiento, pero los niveles de los que estamos hablando son todavía muy bajos", dijo Alonso Cervera, economista de Credit Suisse en Nueva York.
Calificaciones crediticias más bajas, incluso dentro del grado de inversión, podrían hacer más costosa la emisión de deuda al Gobierno mexicano.
México tiene una nota de "BBB+" de Standard & Poor's y Fitch Ratings y de "Baa1" de Moody's Investors Service. Las notas están tres escalones arriba del grado de inversión mínimo.
La deuda en moneda extranjera de Brasil tiene una nota de "BBB-" de Fitch y Standard & Poor's, mientras que Moody's Investors Service todavía califica los bonos soberanos de Brasil por debajo del grado de inversión.
México cuenta con coberturas para sus exportaciones petroleras de este año en 70 dólares por barril, en línea con su presupuesto y muy por arriba del precio actual de unos 36 dólares por barril del crudo mexicano.
Pero una continua baja en los precios y en la producción petrolera podría forzar al gobierno a recortar el gasto o a aceptar un déficit presupuestario en el 2010.
Una década de política fiscal conservadora ha dado al presidente Felipe Calderón espacio para un pequeño déficit en el 2009 para aumentar el gasto en inversión en infraestructura, salud y educación, como parte de un plan para impulsar la economía.
El costo de asegurar la deuda soberana de México de un incumplimiento de pago ha aumentado en una tercera parte este mes y ahora es más caro que el de los bonos de Brasil, que tienen una calificación menor.
Una desaceleración de la economía -de la mano de su mayor socio comercial, Estados Unidos- y menores exportaciones petroleras, que representan un tercio del gasto gubernamental, han restado atractivo a la deuda de México -que tiene grado de inversión- ante los inversionistas, que ahora ven hacia los presupuestos futuros de los Gobiernos.
"Las personas están expresando una opinión negativa cuando se trata de México. Hay muchos retos y viento en contra que México tiene que enfrentar ahora", dijo Nick Chamie, jefe global de investigación de mercados emergentes en RBC en Toronto.
Incluso, se cree que una guerra entre bandas del narcotráfico que el año pasado dejó 6,000 muertes pesa en contra de México.
En noviembre, la agencia Fitch Ratings revisó la perspectiva de la calificación de la deuda soberana de México a negativa desde estable, advirtiendo sobre la profundización de la recesión en Estados Unidos, la escasa liquidez en los mercados financieros y una baja en los precios del petróleo.
Se espera que la economía mexicana se contraiga más de 1.0% este año, mientras la demanda de sus manufacturas desciende en Estados Unidos.
La producción de crudo de México cayó un 9.2% en enero a su nivel más bajo desde noviembre de 1995, por los decrecientes rendimientos de su gigante pero antiguo yacimiento Cantarell. Y los analistas ven difícil que la petrolera estatal Pemex logre sus metas de producción este año.
Y las preocupaciones por las reservas internacionales de México han aumentado, luego de que este mes el banco central interviniera directamente en el mercado cambiario para vender dólares, después de que sus subastas programadas establecidas en octubre no lograron frenar el declive del peso.
Expertos se preguntan hasta dónde llegará el banco central en su defensa del peso, golpeado por la aversión al riesgo global y la desaceleracioón económica, y si su "escudo" de 82,000 millones de dólares en reservas internacionales será suficiente para soportar una prolongada lucha.
El miércoles, el costo de asegurar durante un año 10 millones de dólares de bonos mexicanos a cinco años denominados en dólares era de 452,000 dólares, mayor que lo que pagaban inversionistas por asegurar deuda brasileña similar, según el servicio de datos Markit.
Al cierre del año pasado, era ligeramente más barato asegurar deuda mexicana que brasileña.
"El hecho de que el precio haya subido te habla de la percepción de un eventual riesgo de incumplimiento, pero los niveles de los que estamos hablando son todavía muy bajos", dijo Alonso Cervera, economista de Credit Suisse en Nueva York.
Calificaciones crediticias más bajas, incluso dentro del grado de inversión, podrían hacer más costosa la emisión de deuda al Gobierno mexicano.
México tiene una nota de "BBB+" de Standard & Poor's y Fitch Ratings y de "Baa1" de Moody's Investors Service. Las notas están tres escalones arriba del grado de inversión mínimo.
La deuda en moneda extranjera de Brasil tiene una nota de "BBB-" de Fitch y Standard & Poor's, mientras que Moody's Investors Service todavía califica los bonos soberanos de Brasil por debajo del grado de inversión.
México cuenta con coberturas para sus exportaciones petroleras de este año en 70 dólares por barril, en línea con su presupuesto y muy por arriba del precio actual de unos 36 dólares por barril del crudo mexicano.
Pero una continua baja en los precios y en la producción petrolera podría forzar al gobierno a recortar el gasto o a aceptar un déficit presupuestario en el 2010.
Una década de política fiscal conservadora ha dado al presidente Felipe Calderón espacio para un pequeño déficit en el 2009 para aumentar el gasto en inversión en infraestructura, salud y educación, como parte de un plan para impulsar la economía.
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