DESPIDOS Y CIERRE DE NEGOCIOS EN TUXPAN.

Orlando Segura Hervert.
Ante las pocas ventas, la poca movilidad de efectivo, la crisis económica, varios negocios han tenido que cerrar sus puertas, desde los negocios muy pequeños, hasta los más grandes, ante la nueva realidad, comienzan a realizar recortes de personal. En el transcurso de semana, HSBC, tomo la decisión de cerrar una de sus oficinas ubicadas en la zona centro, argumentan que para darles un mejor servicio, tuvieron que tomar dicha medida, varios trabajadores, a partir de este mes, se incorporarán al gran universo del “ejército industrial de reserva” (desempleados).
Varios propietarios del área restaurantera, también tomaron medidas similares, y con la pena, les dieron la noticia a algunos de sus empleados de que estaban despedidos. Diversos locales, están cerrando también porque las expectativas no están resultando como ellos esperaban.
La empresa COTEMAR, misma que la semana antepasada tuvieron dos accidentes en las que uno de sus trabajadores perdió las dos piernas, también les llegó la “tijera administrativa”, aproximadamente 300 fuentes de empleo, colocando en la calle a jóvenes e integrantes de lo que potencialmente se denomina Población Económicamente Activa.
La esperanza está puesta en los diversos proyectos que supuestamente deben aterrizar en Tuxpan, desde el Puerto Profundo, la refinería, la perforación de miles de pozos en la zona del paleoncanal, las exploraciones en la zona litoral y aguas profundas del Golfo de México. De lo contrario, no se ve una clara reactivación en esta área poblacional, así lo demuestran las persianas, puertas y ventanas clausuradas, mismas que indican que un comerciante, o pequeño propietario ha preferido invertir en otro lado, buscando alternativas que les favorezcan.
A temprana hora, en el parque, a un costado de la iglesia catedral, o en otros puntos de la zona urbana, se juntan decenas de personas en busca de alguna chamba, algo que les permita llevar el alimento a sus hogares, sin embargo, varios tuxpeños, ya están pensando en otros sitios, con la esperanza de que en aquellas latitudes, haya algo, algún empleo digno que les permita vivir y sostener a sus familias. Por lo pronto, la cuesta de enero ya se prolongó y afectó a marzo, abril, mayo…