Orlando Segura Hervert.
En la total desfachatez, el multihomicida Adrián Guerrero Roldán, tuvo la osadía de llevarle flores al velorio de la víctima, no solo le dio dos disparos en la cabeza, la maltrato, humilló y le provocó quemaduras en el pecho, sino que acudió a darle el último adiós a Catalina Velázquez Cárdenas, con quien sostenía un antiguo romance, pero al ser rechazado, planeo y ejecutó el crimen que ha sacudido las conciencias de la zona norveracruzana.
La credencial de elector fue determinante para que los cuerpos pudieran ser identificados y para la posterior localización del agresor, en este caso se aplicó toda la metodología aprendida en la práctica y en diversos cursos de capacitación recibidos con anterioridad en la esfera criminalística, así lo refiere el Comandante de la Agencia Veracruzana de Investigacion, Rafael Ugarte Gutiérrez.
El encargado de la Policía Ministerial en Tuxpan, señaló que con la identificación, la coordinación establecida con los colegas del estado de Puebla, las características del victimario, y hasta el factor suerte se pudo dar con el paradero de quien hoy está tras las rejas, se establecieron los nexos de las complicidades, en la que participaron Aniceto Guerrero Roldán y Alfredo Vásquez Méndez.
Por otra parte, la propia investigación del caso, la forma en que fueron ejecutadas, el disparo a corta distancia, presenta un cuadro similar de otros asesinatos, uno de ellos cometido en contra de un comandante de la policía de Puebla, misma que seguía los pasos por abigeato, tal cuestión provocó que le quitaran la vida, no llegó a la conclusión final de la averiguación de los hechos. El funcionario de aquella entidad, también presentó orificios en la cabeza, lo que hace suponer y dadas algunas versiones de posibles testigos, que el personaje detenido por la AVI, es un multihomicida, lleva varios crímenes cometidos, lo anterior tendrá que ser probado y demostrado ante las autoridades competentes, para que se le finque todo el peso y rigor de la ley.
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