Orlando Segura Hervert.
Las estadísticas del Honorable Cuerpo de Bomberos, son alarmantes, un promedio de 30 incendios a la semana, les toca combatir, ello implica movilización de personal, material, equipo, gastos de combustible y traslado. Hay ocasiones en que llegan a tiempo, hay otras en que arriban al punto señalado, pero ya se consumió la parcela, el auto, la casa, el negocio.
El personal de la institución, indica que muchos de los siniestros corresponde a la falta de responsabilidad, la ausencia de medidas para llevar a cabo la quema de las parcelas, la basura u otros objetos, la situación se complica porque la sequía comienza y además, en estas fechas es cuando más pastizales son afectados por el fuego.
Pero además de lo anteriormente descrito, la instancia arriba señalada, durante una semana le corresponde distribuir aproximadamente 40 pipas de agua en la zona urbana, rural, mismas que carecen del vital líquido, ello implica llenar los depósitos ambulantes, mismos que resguardan la cantidad de diez mil litros. Diversas comunidades, escuelas, instituciones municipales o estatales, solicitan cotidianamente la distribución del agua, debido a que no cuenta ni con el equipo o bien porque la CMAS los ha dejado sin el servicio y por lo tanto, recurren a los apagaguegos, quienes no solo cumplen con la función encomendada, sino que además, ejecutan otras tareas, beneficiando a la población.
Aparte de dichas tareas cotidianas, los bomberos se enfrentan las bromas de mal gusto, las ofensas, las humillaciones, un promedio de 100 llamadas falsas, en la que los niños, los jóvenes hacen uso incorrecto del teléfono, ocasionando la movilización de todo un contingente para supuestamente atender el auxilio solicitado
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