Respuesta al Lic. Roberto López Aran.Por: Lic. Imelda Torres Sandoval
No acostumbro discutir con un hombre que tiene más de dos faltas de ortografía cuando se expresa por escrito. Y a usted, mi caro Roberto, le pesqué dos. Ascárraga debe escribirse Azcárraga, y discución, debe escribirse discusión. Empero, en vista que usted, por lo que he leído, ha desarrollado una fascinación mórbida por mis escritos, creo que merece unas líneas de respuesta a su apasionada epístola.
Primeramente le agradezco el alto concepto que otorga a mi redacción y a mi trabajo como columnista. Lo que escribo es producto de mi intensa imaginación, y si de eso resulta un artículo claro y fluido, pues bienvenido sea. Gracias inmerecidas, de cualquier manera, ya que no tengo escuela de periodista, ni pretendo serlo.
Usted señaló acertadamente que admiro a Denisse Dresser, pero en lo que anda muy errado son los motivos. La admiro no solo por su valor para expresar su disentimiento con el actual gobierno politiquero y neoliberal, o para decirle sus verdades a Carlos Silm. Yo, sencillamente la admiro por el valor que tiene para ejercer su soberano derecho a decir lo que se le venga en gana.
Y eso precisamente, mi estimado Roberto, es lo que he venido haciendo en este espacio de reflexión colectiva: ejercer mi soberano derecho a decir y a hacer lo que se me da la gana. A eso, precisamente, le llamo independencia periodística. Vaxtuxpan se distingue por ese sello, cada quien escribe sus propios bodrios, cada quien se ahorca solo, y cada quien asume las consecuencias de lo que escribe. Recuerde que sólo el caos crea vida.
Lo que me lastima profundamente de su debut en vaxtuxpan, (por fin he leído con beneplácito su columna "nada me parece") es que, siendo usted una persona tan madura y experimentada en las lides del periodismo, se atreva a afirmar que, cuando fui invitada al debate del DIF sobre la mujer, tuve la oportunidad, ante un auditorio concurrido de manifestar en público los desacuerdos que manifiesto en privado, con las acciones del presidente municipal, y no lo hice. Una persona objetiva no habla de lo que no le consta. Usted ni siquiera asistió al debate. Entonces ¿Cómo sabe que había un auditorio concurrido? ¿Cómo sabe de lo que hablé en dicho debate?.
Además, están las formas mi amigo, era un debate, no una manifestación política. Yo tengo muy claro donde y cuando debo decir lo que debo decir, y si bien es cierto que critico a la actual administración municipal, yo considero que la Sra Presidenta del DIF no merece el exabrupto de increparle en su cara que los tubos que su esposo puso en el Boulevard son una reverenda porquería. No se le olvide que los cargos en el DIF son meramente honorarios, de trabajo y labor social, y las damas que ahí laboran, muchas veces sin horario ni sueldo, son ajenas a las perversiones de la política y a las distorsiones mentales de sus esposos. Lo traiciona, como siempre, su misoginia, mi querido Roberto.
Ahora bien, acerca de la nota pastelera sobre el evento de bandas de rock, ¿a usted que le duele? La realidad es que Juan Ramón organizó un evento con jóvenes y para los jóvenes. Y la verdad, es la verdad, la diga Agamenón o su porquero.
Primeramente le agradezco el alto concepto que otorga a mi redacción y a mi trabajo como columnista. Lo que escribo es producto de mi intensa imaginación, y si de eso resulta un artículo claro y fluido, pues bienvenido sea. Gracias inmerecidas, de cualquier manera, ya que no tengo escuela de periodista, ni pretendo serlo.
Usted señaló acertadamente que admiro a Denisse Dresser, pero en lo que anda muy errado son los motivos. La admiro no solo por su valor para expresar su disentimiento con el actual gobierno politiquero y neoliberal, o para decirle sus verdades a Carlos Silm. Yo, sencillamente la admiro por el valor que tiene para ejercer su soberano derecho a decir lo que se le venga en gana.
Y eso precisamente, mi estimado Roberto, es lo que he venido haciendo en este espacio de reflexión colectiva: ejercer mi soberano derecho a decir y a hacer lo que se me da la gana. A eso, precisamente, le llamo independencia periodística. Vaxtuxpan se distingue por ese sello, cada quien escribe sus propios bodrios, cada quien se ahorca solo, y cada quien asume las consecuencias de lo que escribe. Recuerde que sólo el caos crea vida.
Lo que me lastima profundamente de su debut en vaxtuxpan, (por fin he leído con beneplácito su columna "nada me parece") es que, siendo usted una persona tan madura y experimentada en las lides del periodismo, se atreva a afirmar que, cuando fui invitada al debate del DIF sobre la mujer, tuve la oportunidad, ante un auditorio concurrido de manifestar en público los desacuerdos que manifiesto en privado, con las acciones del presidente municipal, y no lo hice. Una persona objetiva no habla de lo que no le consta. Usted ni siquiera asistió al debate. Entonces ¿Cómo sabe que había un auditorio concurrido? ¿Cómo sabe de lo que hablé en dicho debate?.
Además, están las formas mi amigo, era un debate, no una manifestación política. Yo tengo muy claro donde y cuando debo decir lo que debo decir, y si bien es cierto que critico a la actual administración municipal, yo considero que la Sra Presidenta del DIF no merece el exabrupto de increparle en su cara que los tubos que su esposo puso en el Boulevard son una reverenda porquería. No se le olvide que los cargos en el DIF son meramente honorarios, de trabajo y labor social, y las damas que ahí laboran, muchas veces sin horario ni sueldo, son ajenas a las perversiones de la política y a las distorsiones mentales de sus esposos. Lo traiciona, como siempre, su misoginia, mi querido Roberto.
Ahora bien, acerca de la nota pastelera sobre el evento de bandas de rock, ¿a usted que le duele? La realidad es que Juan Ramón organizó un evento con jóvenes y para los jóvenes. Y la verdad, es la verdad, la diga Agamenón o su porquero.
Aunque tampoco asistió al concurso de bandas de rock, si piensa que dicho evento es mera manipulación barata, pues expréselo por propia boca pero no me exija sumarme a sus torcidas conclusiones. No me subestime, por que no me conoce, estoy acostumbrada a escuchar el canto de las sirenas y no me dejo seducir tan fácilmente. Ser lacayo de una figura pública no me va, como lo observo a usted, que se deja sobornar por el maniqueísmo político.
En fin, créame que me fue muy grato leer su apasionada nota, descubrir que sus ojos me leen resulta para mi un reto. Seguiré escribiendo de lo que me de la gana, con la insana intención de tratar de incendiar, otra vez, su delicado pellejo.
Mejor escriba otro poema, es hermoso lo que expresa, mi estimado Miguel Camín.
Mejor escriba otro poema, es hermoso lo que expresa, mi estimado Miguel Camín.
Hasta la próxima.
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