lunes, 16 de marzo de 2009

UN AFÁN BOLETINERO



Por Roberto López Arán…
Le tengo un aprecio especial a Imelda Torres. Abogada de profesión, aceptó el reto de escribir una columna en el blog Vaxtupan, y lo había venido haciendo muy bien. Lo suyo, lo que redacta con conocimiento preciso son los temas jurídicos; pero no le son ajenos los de otros ámbitos: el cuidado del medio ambiente, los valores de la familia, la utilidad (según ella) del voto en blanco, por señalar algunos que recuerdo
Posee Imelda Torres dos aciertos de quien se dedica a la columna periodística: centra el tema con claridad y tiene la virtud de expresarlo con una escritura fluida; y tiene un tercero: no rehuye lapolémica. Me pregunto, cuántos aficionados al periodismo de esos que abundan en los cafés quisieran redactar como redacta Imelda Torres, esa habilidad que no se aprende en las aulas académicas del periodismo, sino da la lectura abundate, la práctica.
Sin embargo, como lector de sus columnas, he sufrido una decepción que me veo obligado a plantear en público. Escribiré no dando fechas, puede que me equivoque, pero es secundario a la inquietud que planteo. Imelda Torres hace unas semanas escribió sobre Denisse Dresser. Imagino que le guarda admiración Imelda a esa politóloga y periodista mexicana, pues la puso como un ejemplo de independencia periodistica.
Denisse Dresser es aquella invitada incómoda en los foros sobre la crisis auspiciados por el Congreso federal que no tuvo empacho en decirles a la cara a senadores y diputados que no son ellos quienes gobiernan en México sino un estamento constituido por líderes sindicales corruptos, como Elba Esther Gordillo y Romero Deschamps, y empresarios monopolistas como Ascárraga y Salinas Pliego. Es conocida su posición crítica hacia las políticas empresariales de Telmex, y fue sonada la invitación que le hizo Carlos Slim para tomarse un café para explicarle “personalmente” que estaba equivocada en sus apreciaciones hacia el líder de las comunicaciones en nuestro país. Se tomaron el café, pero Slim no convenció a Denisse Dresser y ésta no ha cesado en denunciar públicamente los afanes monopolistas de aquél.
Recuerdo esto porque Imelda Torres traiciona el ejemplo de su admirada Denisse Dresser. Guardando las distancias, falta más. Y diré por qué: Julieta Sánchez, la presidenta honoraria del Dif y esposa del alcalde Juan Ramón Gánem, la invitó a ser panelista en una mesa de discución sobre el papel de la mujer en el marco de la celebración de su día internacional. Imelda Torres fue y habló y tenía la oportunidad ante un auditorio concurrido de manifestar en público los desacuerdos, que manifiesta en privado, con las acciones del presidente municipal, y no lo hizo. Lo que si hizo y muy bien, para desgracia de sus fieles lectores, fue elaborar un boletín de aquel encuentro entre mujeres y llenar de elogios a la señora Julieta Sánchez y publicarlo en su columna. Desconozco si la oficina de la presidencia municipal así se lo pidió, pero no hubo mejor boletín oficial favorable a la administración municipal esos días que el escrito por Imelda Torres. Si no le pagaron, deberían de hacerlo, porque fue un trabajo muy profesional.
Pero si yo tenía dudas de los desorientada que anda mi admirada columnista Imelda Torres, su columna pastelera del encuentro de grupos musicales del género de rock de hace unos días terminó por confirmarme lo fácil que es ser seducido por las mieles del poder municipal. No requiero reproducir los párrafos mieleros escritos por Imelda Torres endulzando los aciertos de Juan Ramón Gánem en impulso a la juventud. No hay pierde, no encontré un solo juicio crítico de interés. Pero no hay mal que por bien no venga: esta última columna de Imelda Torres, puede servir en las aulas de ciencias de la comunicación pues es un ejemplo redondo de cómo elaborar un precioso boletín oficial de un evento.

No hay comentarios: