lunes, 4 de mayo de 2009

LA ANTARTIDA: ¿ALUCINACION ONIRICA PARA CIENTIFICOS Y GOBERNANTES MEXICANOS?


POR: PATRICIO G. QUINTANILLA.
patgq52@gmail.com


“EL MUNDO AVANZA MIENTRAS MEXICO DUERME AL COBIJO DE TONANTZIN”

La Antártida es el continente más austral, con una extensión territorial de 14,000 kilómetros cuadrados y cubierto totalmente por una capa de hielo de dos kilómetros y medio de espesor en promedio. Presenta un ecosistema único en el mundo y constituye la mayor reserva de agua dulce del planeta-el 70 porciento-. Posee grandes recursos naturales, destacándose vastos yacimientos minerales y reservas de gas y petróleo.

Sus características la convierten en la última reserva natural del planeta y es codiciada por muchos países que esperan, en un horizonte de 32 años, tener acceso a la explotación comercial de sus recursos.

Todas las actividades antárticas son reguladas por la organización del “Tratado Antártico”, firmado bajo auspicios de la ONU en 1959 y constituida originalmente por las 12 naciones que en principio tenían reclamaciones territoriales, ya fuera por cercanía, por “derechos históricos” o por razones estratégicas.
Los doce países signatarios son: Estados Unidos, Rusia, Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda, Francia, Bélgica, Noruega, Sudáfrica, Japón, argentina y chile.

Posteriormente, tal y como lo dispone el propio tratado, ya sea mediante solicitud individual o por invitación de algún país firmante, se adhieren 33 naciones mas hasta finales del año 2008, 15 de ellos con derecho a voz y voto - consultivos- y 18 con derecho a voz solamente y no consultivos-.

Esta clasificación depende de los compromisos que cada país tenga con la organización del tratado. si un adherente desarrolla proyectos de investigación de cierta relevancia o construye bases temporales o permanentes, puede llegar a tener voto y convertirse así en país “consultivo”.

Entre ambos esquemas, consultivos y no consultivos, se incorporaron potencias como China, India, Corea del Sur y prácticamente toda Europa

En el caso de América, cabe mencionar que además de Argentina, Chile y Estados Unidos, se incorporaron los siguientes: Brasil, Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Uruguay, Cuba, Guatemala y Canadá.

El anhelo compartido de pertenecer al tratado implica, aparte de la investigación científica y de la protección al ecosistema antártico, de llegar a tener acceso a largo plazo, de los recursos minerales y de hidrocarburos locales. Esto sería como crear una especie de “reserva” para futuras generaciones por parte de los países que de alguna manera u otra formen parte de la organización.

Los compromisos de carácter ambiental para la protección del ecosistema se encuadran bajo el “protocolo ambiental” o también denominado “protocolo de Madrid”, firmado en 1991 y ejercido a partir de 1998. Por todos los países miembros del tratado.

Este protocolo congela por un periodo de 50 años cualquier intento de explotación comercial o el desarrollo de prospecciones geológicas que afecten seriamente al ecosistema, prohibiéndose de igual manera todo tipo de contaminación externa.

Por otra parte, las actividades de investigación científica de cada país o “programas nacionales” se agrupan para su adecuada administración bajo la “COMNAP” o “consejo de administradores de los programas nacionales antárticos”, que tiene como propósito la consultoría, supervisión y apoyo administrativo para la adecuada realización de cada proyecto y la optimización de los recursos disponibles y de los esfuerzos aplicados.

Obviamente, los interesados en convertirse en consultivos tienen que presentar primero sus programas o proyectos nacionales a la COMNAP para su aprobación y seguimiento, al cabo de los cuales podrían formar parte del consejo.

La ceguera que hasta el momento ha mostrado México hacia una postura activa dentro de la organización del tratado es en cierta manera, sorprendente.

A nivel gubernamental no ha existido una visión de futuro de largo plazo para beneficio de futuras generaciones, ni existe el fomento científico interno hacia el desarrollo de proyectos internacionales fuera de las fronteras ¿donde está el CONACYT o la SEMAR?

Lo más sorprendente de todo es la similar actitud que han adoptado las principales instituciones de investigación:
¿Donde están el Instituto de Ciencias del Mar o el Instituto de Geología de la UNAM? ¿Donde está el CICESE de Ensenada o el CINVESTAV del Instituto Politécnico Nacional? ¿Donde están……?

Tenemos los recursos materiales, económicos y humanos para ingresar al tratado y elaborar un buen proyecto, pero…..¿donde está la actitud?

FUENTES: ONU-TRATADO ANTARTICO, COMNAP, UNAM, IPN, CONACYT, INVESTIGACION PROPIA.

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