viernes, 22 de mayo de 2009

México sufre quinta recesión en 26 años


El país alcanza niveles de caída similares a los de 1995, pero libra una crisis financiera; pese a la baja abrupta del primer trimestre, analistas ven que se toque fondo en el segundo semestre



Por: José Manuel Martínez
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión.com) — Aunque el refrán popular asegura que "no hay quinto malo", México se encuentra inmerso actualmente en su quinta recesión en 26 años.
Estados Unidos entró en recesión desde diciembre de 2007, mientras que a México el periodo económico más temido tocó sus puertas en septiembre de 2008, según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
México cumplió dos trimestres de contracción, el último del año pasado y el primero de 2009, con caídas de 1.65 y 8.2% respectivamente.
La recesión era ya un hecho desde junio del año pasado cuando los analistas comenzaron a pronosticarla y desde octubre cuando el gobierno estadounidense dejó quebrar al gigante financiero Lehman Brothers.
Ahora la pregunta es ¿cuál es la profundidad y duración de la actual crisis mexicana?
El consenso de los analistas es que en estos momentos la economía vive lo peor del actual ciclo, pero a partir del segundo semestre se podría tocar fondo, para que en 2010 se genere un modesto crecimiento.
"Estas perspectivas se basan en un escenario de recuperación de la demanda externa, fundamentalmente de los Estados Unidos, y de mejora de las condiciones globales de financiamiento", dijo en un reporte, BBVA Bancomer.
Pero mientras eso ocurre, los principales indicadores de la economía se deterioran más y una recuperación consolidada se espera en dos o tres años.
La experiencia demuestra que las recesiones en México se presentan con cierto rezago de dos trimestres en promedio, una vez que inician en Estados Unidos, el principal socio comercial de los exportadores mexicanos.
En la actual crisis la recesión en México inició tres trimestres después de iniciada en Estados Unidos.
México entonces transita por su quinta recesión en los últimos 26 años, tres de ellas (incluyendo la actual) a causa de la situación económica del principal socio comercial y dos por motivos propios.
No por algo quedó en la memoria de muchos mexicanos la frase de que "cuando a Estados Unidos le da gripa a México le da pulmonía".
Aunque queda grabado también que el actual secretario de Hacienda, Agustín Carstens confiaba tanto en la fortaleza financiera de México, alcanzada a finales de los 90 y principios de 2000, que pronosticó un "catarrito" en México por la crisis financiera estadounidense, pero ahora prevé que la economía se contraerá un 5.5% en este año.
Historia de crisis
Mientras que la economía estadounidense inició una recesión en enero de 1981 que le duró 16 meses, en México el contagio apareció en el segundo trimestre de 1982, cuando duró 12 meses, debido a la crisis petrolera.
La férrea defensa del peso con la nacionalización de la banca comercial propició otra crisis en 1986 que no estuvo ligada a la situación estadounidense y que duró seis meses cuando la economía cayó un 5%, las políticas económicas erróneas, a decir de los expertos, propiciaron que en 1995 se duplicara la debacle cuando la recesión en México duró los 12 meses de 1995 con una espiral de devaluación e inflación.
El segundo periodo recesivo provocado por la economía estadounidense en estos últimos 26 años se presentó en 2001, cuando la economía mexicana vivió durante seis meses caídas constantes en la actividad económica, una crisis que se recrudeció por el 11-S, cuando se dio el ataque terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York.
La crisis actual en el vecino del norte se ha mencionado es la mayor desde la gran depresión de 1929, pero a diferencia de los impactos anteriores, México y un puñado de naciones emergentes mantienen una posición de mayor defensa que impedirá que se repita la crisis de 1995 cuando millones de mexicanos y miles de empresas cayeron en insolvencia, sin embargo los tiempos de mejor crecimiento entre el segundo trimestre de 2002 y el año pasado difícilmente regresarán.


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