Por: Imelda Torres Sandoval
Hoy que es el Día del Padre quiero rendir homenaje al mejor papá del mundo, el pingüino emperador. Veamos por que:
Los pingüinos emperadores se congregan en colonias de cría a princpios del invierno, poco después de que el hielo marino se ha formado. La mayoría de los pingüinos suelen poner dos huevos; la hembra del Emperador pone sólo uno. La puesta se realiza en mayo o junio, de esa forma aprovechan el corto verano que vendrá para que los polluelos alcancen la madurez.
La hembra, una vez puesto el huevo, abandona al macho y al nido para alimentarse y se introduce en el mar, regresando a las colonias a las 7 u 8 semanas de la puesta para relevar al macho y vigilar la rotura del cascarón.
Los pingüinos emperadores se congregan en colonias de cría a princpios del invierno, poco después de que el hielo marino se ha formado. La mayoría de los pingüinos suelen poner dos huevos; la hembra del Emperador pone sólo uno. La puesta se realiza en mayo o junio, de esa forma aprovechan el corto verano que vendrá para que los polluelos alcancen la madurez.
La hembra, una vez puesto el huevo, abandona al macho y al nido para alimentarse y se introduce en el mar, regresando a las colonias a las 7 u 8 semanas de la puesta para relevar al macho y vigilar la rotura del cascarón.
El único huevo es incubado por el pingüino macho, quien no nidifica sino que cuida el huevo apoyándolo sobre sus patas para que no toque el hielo y protegiéndolo con su plumaje ventral inferior, al mismo tiempo se arremolinan entre ellos formando un círculo para guardar el calor; hay que señalar que la incubación se produce durante los largos meses del frío invierno, con temperaturas que a menudo sobrepasan los 40º bajo cero; en el centro del grupo la temperatura puede llegar a ser tan alta como 20º C. Si el huevo se rompe antes de que la hembra vuelva para relevarlo, el macho puede alimentar el polluelo recién nacido con pequeñas cantidades de secreciones almacenadas, que contienen grasa y proteínas.
A principios de septiembre nacen las crías muy hambrientas. Por esa época vuelven las hembras para relevar a sus compañeros mientras estos van al mar a alimentarse. El emperador es el más grande de todos los pingüinos. Llega a alcanzar los 40 Kg. de peso y 1,20 metros de altura, y desafortunadamente es una especie más en peligro de extinción por el descuido e indiferencia del ser humano por convivir amigablemente con su medio.
¿Díganme que hombre se queda ha cuidar al crío en lo que mamá lucha por la sobrevivencia? Pues vaya un abrazo afectuoso de mi parte para el caballero que prepara biberones, carga pañalera y se ocupa de su hijo en lo que mamá trabaja, estudia, o simplemente, se divierte y recrea para renovar fuerzas para continuar con la noble y difícil tarea de formar una familia. Esos sí son hombres, caramba. Y lamentablemente también están en peligro de extinción.
Mi reconocimiento sincero a todos los pingüinos emperadores de Tuxpan y la Región.
Feliz Día del Padre.
Hasta la próxima.
Hasta la próxima.
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