Por Roberto López Arán
Presidente del Comité Municipal de
Convergencia por la Democracia.
Miguel Martín, el candidato del PAN, ha corrido con suerte (no aventuro ninguna otra hipótesis) a falta de una prensa reportera e investigadora. Ya no la hay. Se acomoda en los cafés a cachar lo que Dios padre dé.
El candidato del PAN cabalga en caballo de cartón ofreciendo a sus electores, especialmente a los más amolados, promesas que no va a poder cumplir porque –entre muchas razones— las políticas económicas de su partido nadan en sentido contrario; y Miguel Martín lo sabe y a pesar de ello, o por ello, se mantiene en la GRAN MENTIRA.
Por qué miente Miguel Martín: porque está comprometido con un proyecto cuyo propósito es el Poder y no los ciudadanos, no los de este distrito, no los medianos y pequeños empresarios, no el hombre y la mujer que trabajan a diario y viven en escasez y penurias.
Lo voy a demostrar planteándole a Miguel Martín tres preguntas. Si sus respuestas prueban lo contrario, el mentiroso seré yo.
1. ¿No es cierto que el día 13 de septiembre del 2007 la bancada del PAN en esta LX legislatura federal aprobó junto con votos del PRI (en su mayoría) la creación de un impuesto nuevo llamado Impuesto Empresarial de Tasa Única, conocido popularmente como ietu, que hasta la fecha se mantiene, y que ha contribuido a agudizar la crisis económica golpeando severamente a los empresarios, y que en el sitio 95 de la votación de su partido aparece el voto del diputado Laviada Hernández Iñigo Antonio?
2. ¿Miento cuando afirmo que ese mismo día 13 de septiembre del 2007 el diputado federal por el PAN de este distrito Laviada Hernández Iñigo Antonio, sin consultarlo con sus electores, salvo con su almohada, votó a favor de aprobar una nueva Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo, que ya en vigor trae de cabeza a los pequeños, medianos y grandes productores y comerciantes usuarios de la banca?
3. ¿La Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que sirvió de marco y justificación legal para llevar a cabo el incremento diferencial y gradual de los combustibles: gasolina y diesel, lesivo para la economía popular, por su efecto inflacionario sobre los bienes y servicios básicos, ese mismo fatídico día 13 de septiembre del 2007 no fue acaso impulsada por el PAN, teniendo como votante 96 al diputado federal Laviada Hernández Iñigo Antonio, quien ni por asomo lo consultó con los sectores productivos de su distrito?
Son tres interrogantes. Miguel Martín las ha evadido en sus reuniones y mítines. Debe guardarlas en el fondo del fondo de la bolsa derecha de su pantalón. Son incómodas y punzan.
Nota: Fuente de información: la página web de la cámara de diputados (http://www.cddhcu.gob.mx/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario