Orlando Segura Hervert.
23 “viejitos” por azares del destino llegaron a la Casa Hogar para Ancianos “San Vicente de Paul”, arribaron a ese sitio sin esperanza, sin lazos familiares, en la gran mayoría no había nadie que los atendiera, para ellos, llegar a ese sitio que se encuentra a 18 kilómetros de Tuxpan, por la carretera a Tamiahua, fue una gran bendición. Ahora, gracias a la labor altruista de las Damas Vicentinas, gozan de un trato digno, tienen donde dormir, comen las tres veces al día, en dicho sitio, la vida les ha cambiado, afirmó la directora Claudia Lorena Cruz Aguilar.
Las 15 damas, conjuntamente con 10 personas (cocinera, enfermeras, intendentes, chofer y velador), se encargan de darles un trato especial, otras lo peinan, los rasuran, bailan con ellos, les aplican ciertas actividades para que se diviertan, los abuelitos efectúan ejercicios, las mujeres tejen, bordan o bien en equipo juegan lotería. La Casa Hogar nació en 1986 y desde entonces les han brindado alegría, confort.
Con el paso de la edad, varios han perdido la vista, otros ya no oyen, sufren las clásicas enfermedades degenerativas, al respecto indicó la entrevistada, hay un doctor que de manera voluntaria acude periódicamente y los revisa, da las indicaciones de que tienen que hacer para que los ancianitos no padezcan dichos males.
Matilde Mar del Angel es la más “chamacona”, muy contenta posa para la foto, en un principio no entendía, ni escuchaba la petición, pero se le insistió y a su modo ofreció una sonrisa.
Cada viernes los seminaristas les dan la bendición, ellos son los que les ofrecen cierta estabilidad espiritual a quienes se quedaron sin ningún lazo familiar y en algunos casos fueron abandonados en la calle o en los hospitales.
Cruz Aguilar explica que el grupo voluntario buscan alternativas para que todos los ahí albergados, gocen de un trato digno.
Las Damas Vicentinas, cada miércoles acuden al mercado “Enrique Rodríguez Cano”, ahí, los locatarios las buscan y les apoyan con diversas mercancías, mismas que son entregadas a la población de la tercera edad. Desde hace dos décadas, continúan con su labor, buscando el pan para este segmento poblacional que se encuentra radicando sus últimos días en la Casa Hogar “San Vicente de Paul”
23 “viejitos” por azares del destino llegaron a la Casa Hogar para Ancianos “San Vicente de Paul”, arribaron a ese sitio sin esperanza, sin lazos familiares, en la gran mayoría no había nadie que los atendiera, para ellos, llegar a ese sitio que se encuentra a 18 kilómetros de Tuxpan, por la carretera a Tamiahua, fue una gran bendición. Ahora, gracias a la labor altruista de las Damas Vicentinas, gozan de un trato digno, tienen donde dormir, comen las tres veces al día, en dicho sitio, la vida les ha cambiado, afirmó la directora Claudia Lorena Cruz Aguilar.
Las 15 damas, conjuntamente con 10 personas (cocinera, enfermeras, intendentes, chofer y velador), se encargan de darles un trato especial, otras lo peinan, los rasuran, bailan con ellos, les aplican ciertas actividades para que se diviertan, los abuelitos efectúan ejercicios, las mujeres tejen, bordan o bien en equipo juegan lotería. La Casa Hogar nació en 1986 y desde entonces les han brindado alegría, confort.
Con el paso de la edad, varios han perdido la vista, otros ya no oyen, sufren las clásicas enfermedades degenerativas, al respecto indicó la entrevistada, hay un doctor que de manera voluntaria acude periódicamente y los revisa, da las indicaciones de que tienen que hacer para que los ancianitos no padezcan dichos males.
Matilde Mar del Angel es la más “chamacona”, muy contenta posa para la foto, en un principio no entendía, ni escuchaba la petición, pero se le insistió y a su modo ofreció una sonrisa.
Cada viernes los seminaristas les dan la bendición, ellos son los que les ofrecen cierta estabilidad espiritual a quienes se quedaron sin ningún lazo familiar y en algunos casos fueron abandonados en la calle o en los hospitales.
Cruz Aguilar explica que el grupo voluntario buscan alternativas para que todos los ahí albergados, gocen de un trato digno.
Las Damas Vicentinas, cada miércoles acuden al mercado “Enrique Rodríguez Cano”, ahí, los locatarios las buscan y les apoyan con diversas mercancías, mismas que son entregadas a la población de la tercera edad. Desde hace dos décadas, continúan con su labor, buscando el pan para este segmento poblacional que se encuentra radicando sus últimos días en la Casa Hogar “San Vicente de Paul”
1 comentario:
Casa Hogar San Vicente de Paul, esperanza de vida para la tercera edad
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Julie
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