Olvido y austeridad en el “Día del Bombero”

Orlando Segura Hervert.
Los apagafuegos se sintieron, pocas instituciones se acordaron del “Día del Bombero”, uno que otra institución envió algunos presentes, un zacahuil, refrescos y con ello, con los austeros obsequios, festejaron a su modo. Mencionaron a este medio que a ellos les toca arriesgar la vida, enfrentarse al fuego, salvar vidas, enfrentar el peligro y sin embargo, son olvidados y relegados.
En las administraciones anteriores, les proporcionaban un estímulo de mil pesos, con dicho recursos, compraban algunas cosas vitales para sus hogares, llevaban ciertas mercancías o productos a sus seres cercanos, pero ahora, nada y para colmo, los hijos y la esposa, les exigen que aporten más dinero para el gasto familiar, sobre todo en estos tiempos en que se acercan las inscripciones escolares.
Los integrantes del equipo de contraincendios, se quejaron amargamente de que siempre se exponen y en esta fecha tan especial, casi nadie les brindó un estímulo, algo que los hiciera sentirse orgulloso de su trabajo.
Por otra parte, el comandante Ivan Calva Caballero, externó que en la fase actual, están apoyando al personal de Protección Civil, recorriendo tortillerías y panificadores, en cada establecimiento se hace la supervisión y si se encuentran anomalías, los propietarios tienen que reparar las instalaciones, de lo contrario, no pueden reemprender sus tareas, el entrevistado recordó además que cada semana, les toca combatir entre 4 y 5 siniestros en pastizales, tal aspecto ha disminuido significativamente, a pesar de estar en la fase final de la sequía. En relación con la distribución de agua en pipas, indicó a este medio que se reanudarán a partir de que se les proporcione otra unidad que estará al servicio exclusivo del suministro de agua a colonias y comunidades. Pero tal cuestión, solo se podrá ofertar, siempre y cuando se les dote de otro automotor, de lo contrario, continuarán con las tareas y funciones prioritarias, es decir, combatiendo los incendios, resguardando a la población del peligro