
México, como parte de Mesoamérica es centro de origen y diversidad genética del maíz. En nuestro territorio se localizan 59 razas y cerca de 200 variedades adaptadas, y sus parientes silvestres como el teocintle. Toda esta diversidad hace que en nuestro país podamos cultivar maíz bajo cualquier condición agronómica y que podamos tener una gran diversidad de platillos tradicionales que son parte de nuestra cultura.
Greenpeace, como parte de la campaña Sin maíz no hay país, en febrero de 2009 realizó un mapa de 4 mil 500 metros cuadrados compuesto por 35 mil kilos de maíces nativos blancos y amarillos formado por 300 personas que de esta manera protestaron de manera silenciosa y pacífica en contra de la introducción de maíz transgénico a México.
Sin embargo, en marzo de ese mismo año, un mes después, y violando la ley para permitir las siembras experimentales de maíz transgénico en México, el presidente Felipe Calderón autorizó una modificación al reglamento de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados que autoriza las siembras experimentales de maíz transgénico, con el cual elimina el Régimen de Protección Especial al Maíz, cuya función era proteger nuestra diversidad genética.
Finalmente, Greenpeace interpuso una denuncia penal y se encuentra pendiente de la posible aprobación de las 25 solicitudes de siembra de maíz transgénico presentadas por Monsanto, Dow Agrosciences y Pioneer en México.
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