Unos tristes y otros alegres, pero ningún edil se paró en el ayuntamiento

Orlando Segura Hervert.
Ningún edil se paró éste jueves en el Ayuntamiento Constitucional de Tuxpan, Ver. Unos por alegría y otros porque lloraron la derrota, pero nadie se paró en las oficinas, las instalaciones lucían vacías, a diferencia de otras fechas en la que los regidores atienden a sus electores, en esta ocasión, solo estaban los trabajadores y empleados, no así los representantes populares.
A las 12:30, el regidor Odilón Nava Sánchez, quien se “extravió”, en el mundo edilicio, iba bajando las escaleras y a esa hora dejó el espacio de la Presidencia Municipal, de esta forma, se confirmó el hecho de que ninguna autoridad asistió a la Casa del Pueblo.
Los ciudadanos comentaban que todo se debía a que unos lloraban amargamente la derrota y otros disfrutaban la victoria, así las cosas, se ausentaron las banderas rojas, azules y hasta la oposición petista, prefirieron abandonar el “barco” en un jueves desangelado.
Los priistas no se presentaron en los restaurantes, enfrente de Juárez 20, hubo pocos comensales, los asistentes comentaban el triunfo de Miguel Martín López, la decisión unánime emitida por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal. Algunos con ironía festejaban el 7 a 0 propinado por parte de los magistrados a favor del PAN y en contra del PRI.
La mayoría de la población se enteró por los medios impresos y radiofónicos, pocos siguieron la sesión por internet, así es que los tuxpeños, amanecieron con la noticia de que siempre no había quedado Martín Cristóbal Cruz, como diputado federal. Así las cosas, los ediles se ausentaron de sus funciones, prefirieron retirarse a celebrar con los suyos o a quejarse de las supuestas traiciones e ilegalidades cometidas por los integrantes del TEPJF.
Los regidores desaparecieron de la escena política, no hicieron acto de presencia, solo llamaron a sus asistentes para conocer si había alguna novedad, el público no pudo dialogar con sus representantes, no tuvieron la oportunidad de platicar sus penas ni problemas cotidianos propios de las colonias y comunidades.