Convencido de que quiere aprovechar la segunda mitad del sexenio para que México cambie, el presidente Felipe Calderón reconoció que habrá resistencias, que ninguna será fácil de vencer, pero su deber es hacerlo con los riesgos y costos que implica.
Reveló que en este "medio tiempo" de su gestión se ha preguntado qué hacer en los últimos tres años, si "llevármela tranquila" y "administrar las inercias" o "echar toda la carne al asador", y optó por lo segundo. "Sé que el desafío es ir a fondo y que por mí no quede".Asimismo, anunció que la próxima semana presentará una propuesta al Congreso de la Unión encaminada a reducir el "boquete" financiero que dejó como consecuencia la crisis económica, aunque consideró que aún así resultará insuficiente.
El titular del Ejecutivo ofreció este jueves entrevistas en diversos programas radiofónicos en ocasión del Tercer Informe de Gobierno, en las que retomó la convocatoria que formuló el miércoles para cambiar a México a través de 10 reformas planteadas.
Indicó que habrá que buscar y convocar la voluntad política para realizar los cambios, y reconoció una enorme responsabilidad de los partidos políticos, que ayer reaccionaron de manera favorable a su llamado, aunque "no es homogénea".
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