Orlando Segura Hervert.
Finalmente tras 9 años, la historia de la invasión de la Colonia Nuevo Sol, tendrá un epilogo que nunca se imaginaron, tendrán que salirse de los terrenos en los que vivieron durante 10 años, aceptando la propuesta de 4 hectáreas en un nuevo sitio fijado por el gobierno estatal, con esta medida aceptada por Mónica Sosa Osornio, concluye una etapa en la lucha por un pedazo de tierra para la construcción de vivienda.
Para ello, se reunieron autoridades de los diferentes niveles de gobierno, se observó la presencia del alcalde Juan Ramón Ganem Vargas; Antonio Flores, director de Patrimonio del Estado, Alberto Silva Ramos Subsecretario de Infraestructura Social de la SEDESMA, cada uno de ellos fijó su postura, el estado tiene que ser garante del derecho y en ese sentido, el propietario, después de varios años de litigio, demostró ser el titular del lote en cuestión y por lo tanto, los órganos jurisdiccionales le dieron la razón jurídica, por lo que tendrán que abandonar dichas hectáreas.
Los funcionarios y personajes cercanos al gobernador Fidel Herrera Beltrán, dialogaron abiertamente con el liderazgo social de la colonia Nuevo Sol y finalmente se llegó a la conclusión de que no hay otra solución, salvo la que previamente habían fijado, es decir, abandonar esa zona y aceptar la nueva división territorial en otro sitio en el que podrán construir finalmente sus hogares, ahora sí, sin que nadie los moleste.
Silva Ramos, al ser entrevistado en torno a dicho asunto, señaló que se buscaron diversas opciones y esa fue la más conveniente para un conflicto que duró diez años, indicó que la contraparte ya había aceptado las condiciones y en fecha próxima se firmará el convenio y el traslado hacia otras propiedades en donde serán reubicados los ciudadanos de la Nuevo Sol.
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