viernes, 9 de octubre de 2009

México mágico y la desaparición del Granma...Parte II



Por: Pablo Gleason
ENVIADO A VAXTUXPAN

DESDE FRANCIA
Gutiérrez Barrios era gobernador de Veracruz cuando lo llama Salinas de Gortari a fungir como secretario de gobernación para recomponer el país, ya que después de las cuestionadas elecciones el pueblo estaba al borde de un estallido social. Es como gobernador que recibe al Comandante Fidel Castro en Veracruz.

El yate Granma salió de Santiago de la Peña y muchos años después regresó como una réplica mandada hacer al tamaño y con finas maderas traídas del Canadá. Cuenta la leyenda que ésta réplica después de pasar unos años en exhibición tentó los anhelos de algunos gobernantes que sucumbieron a sus encantos y decidieron “darse una vueltita” como me platicó un viejo comerciante de Tuxpan. Así comenzó el deterioro de la nave, que entre viajes de placer y los momentos en que se dejaba en exhibición en el museo era presa de los cazadores de recuerdos, que no dudaban en llevarse un pedacito de la histórica réplica para tenerla en sus casas. Podemos afirmar que los fragmentos del Granma se encuentran ahora por todo Veracruz, México y el resto del mundo donde los depredadores guardan celosos un pedacito de la historia, una vergüenza.

Después un temporal, una inundación y el descuido de las autoridades mexicanas se sumaron a la tarea de desaparecer como por acto de magia la casi totalidad del yate. Sólo sobreviven los motores, como metáfora de que el impulso que dio el inicio a la revolución cubana se mantiene. No deja de ser una lástima que el casco del yate haya desaparecido y más por estas circunstancias.

Cabe explicar la historia de la réplica que estuvo en Tuxpan: En el año de 1975 el gobierno Cubano construye la primera réplica llamada "Y/M Réplica del Granma" nombre que se utilizó para diferenciarle del original, esta réplica se donó al gobierno de México oficialmente el 25 de noviembre de 1976 en Tuxpan, después de hacer el recorrido de regreso de la isla caribeña a México. De esta manera se conmemoraba el XX aniversario del desembarco de los expedicionarios cubanos, era la primera y única réplica que se haría a tamaño natural.

El 28 de julio de 1978 el gemelo del Granma, como también se le conocía, regresa a Cuba con 82 delegados latinoamericanos que participarían en el “XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes” que se organizaba en Cuba. Sería pues esta réplica simbólica en el sentido de que seguiría llevando las jóvenes generaciones, la nueva conciencia latinoamericana, a la isla. Haría las veces de un puente entre los pueblos, una manera de estrechar más hondamente la hermandad natural de todos los latinoamericanos y el resto del mundo.

Así el 8 de agosto de ese mismo año, regresó a México a su casa, en los márgenes del caudaloso río Tuxpan, ahí formó parte del paisaje, en esos atardeceres que aún se disfrutan desde el paseo de la Independencia o tal vez (como me ha tocado a mí) desde la Colonia Burocrática, esperando tal vez un amanecer como aquel de su gemelo que le llevara en su camino a las Coloradas. Pero el único atardecer que le tocó fue el de su propio ocaso, fragmentándose lentamente, consumido por el olvido y la negligencia de las autoridades, los turistas y los mismos habitantes de Tuxpan que aparentemente no hicieron gran cosa por mantenerle. Así con tristeza el pueblo Cubano y el Mexicano perdieron al gemelo del Granma, del cual sólo quedaron los motores.

El último día que pasé en Tuxpan, fue de mucha reflexión, pensaba en el Granma y en sus otras réplicas ya que sólo existen dos en el mundo que no son del tamaño original y que se usan en los desfiles conmemorativos de la Revolución Cubana, una de estas réplicas se encuentra en la playa de Las Coloradas donde fue el desembarco de los expedicionarios que harían la revolución en Cuba, ahí se encuentra en exhibición permanente; la otra al parecer se encuentra en el Palacio de Pioneros Ernesto Che Guevara en el parque Lenin. Pensaba en el político que trató de reparar la afrenta en el año 2006 prometiendo mandar a construir “otro Granma” promesa que nunca cumplió, tal vez por su filiación partidista o por órdenes de su jefe en los pinos. Pensaba que Tuxpan es hermoso ya que había parado la lluvia y el sol tibio se asomaba de entre las últimas nubes. Lo más extraño de todo fue que la gente estaba seca ya, sus ropas, sus zapatos, Tuxpan se había secado ya para cuando me subí al camión rumbo al defe y yo al llegar a mi destino, seguía con los tenis húmedos que duraron así por varios días, el agua no desaparecía, no es tan fácil desaparecer las cosas, será tal vez una última magia del México mágico.

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