
Por: Patricio González Quintanilla.
patgq52@gmail.com
El Mar Muerto, el cuerpo de agua interior mas bajo y más salado de la Tierra, tiende a desaparecer por la falta de un consenso político entre los países limítrofes Jordania, Israel y la Franja Occidental de Gaza, dados los alcances del conflicto árabe-israelí.
El nivel del Mar Muerto está disminuyendo de nivel aproximadamente un metro por año, sin posibilidades de recuperación, si no se establece un proyecto internacional para salvarlo. También se aprecia una notable disminución de los mantos freáticos en su zona de influencia, lo cual está provocando hundimientos de tierra cada vez más frecuentes.
Considerado como un destino turístico obligado para los viajeros que visitan la región, y famoso por el supuesto efecto terapéutico de sus sales minerales y lodos curativos, el Mar Muerto ha cedido su línea costera, en algunos lugares, más de un kilómetro, y de seguir la tendencia actual, se espera que el cuerpo de agua desaparezca hacia el año 2050.
La causa del desecamiento, semejante a lo que ocurre con otros cuerpos de agua interiores como el Mar de Aral, radica en la desviación y extracción de sus fuentes alimentadoras de agua, que están ahora siendo utilizadas para la agricultura y la industria. El porcentaje de aguas desviadas desde 1960 en el Mar Muerto, asciende ya al 95 del flujo original.
La degradación de este mar interior empezó en los años sesenta, cuando Jordania, Israel y Siria comenzaron a desviar las aguas del Río Jordán, principal alimentador del cuerpo de agua. Recientemente, dadas las repercusiones que sobre la ecología, la cultura y el turismo ha tenido sobre Jordania su desecación, este país decidió unilateralmente, sin apoyo de Israel ò de la Autoridad Palestina, construir un acueducto para bombear agua desde el Mar Rojo, y reponer el agua perdida del Mar. El proyecto, controversial en cuanto a sus efectos ecológicos, fue en principio autorizado por el gobierno en Septiembre de 2009, a un costo estimado de 2 billones de dólares.
Este proyecto de recuperación, concebido por el Banco Mundial en 2005 como un esfuerzo conjunto entre los tres países limítrofes, pretende canalizar 2 billones de metros cúbicos de agua a lo largo de un canal de 200 kilómetros de largo, generando, de paso al Mar Muerto, electricidad y agua potable.
Independientemente del esfuerzo llevado a cabo por Jordania, el tema del Mar Muerto será tratado como asunto de prioridad en la Cumbre sobre Cambio Climático en Copenhague.
Fuentes: Geology News; PGQ-XII-2009
patgq52@gmail.com
El Mar Muerto, el cuerpo de agua interior mas bajo y más salado de la Tierra, tiende a desaparecer por la falta de un consenso político entre los países limítrofes Jordania, Israel y la Franja Occidental de Gaza, dados los alcances del conflicto árabe-israelí.
El nivel del Mar Muerto está disminuyendo de nivel aproximadamente un metro por año, sin posibilidades de recuperación, si no se establece un proyecto internacional para salvarlo. También se aprecia una notable disminución de los mantos freáticos en su zona de influencia, lo cual está provocando hundimientos de tierra cada vez más frecuentes.
Considerado como un destino turístico obligado para los viajeros que visitan la región, y famoso por el supuesto efecto terapéutico de sus sales minerales y lodos curativos, el Mar Muerto ha cedido su línea costera, en algunos lugares, más de un kilómetro, y de seguir la tendencia actual, se espera que el cuerpo de agua desaparezca hacia el año 2050.
La causa del desecamiento, semejante a lo que ocurre con otros cuerpos de agua interiores como el Mar de Aral, radica en la desviación y extracción de sus fuentes alimentadoras de agua, que están ahora siendo utilizadas para la agricultura y la industria. El porcentaje de aguas desviadas desde 1960 en el Mar Muerto, asciende ya al 95 del flujo original.
La degradación de este mar interior empezó en los años sesenta, cuando Jordania, Israel y Siria comenzaron a desviar las aguas del Río Jordán, principal alimentador del cuerpo de agua. Recientemente, dadas las repercusiones que sobre la ecología, la cultura y el turismo ha tenido sobre Jordania su desecación, este país decidió unilateralmente, sin apoyo de Israel ò de la Autoridad Palestina, construir un acueducto para bombear agua desde el Mar Rojo, y reponer el agua perdida del Mar. El proyecto, controversial en cuanto a sus efectos ecológicos, fue en principio autorizado por el gobierno en Septiembre de 2009, a un costo estimado de 2 billones de dólares.
Este proyecto de recuperación, concebido por el Banco Mundial en 2005 como un esfuerzo conjunto entre los tres países limítrofes, pretende canalizar 2 billones de metros cúbicos de agua a lo largo de un canal de 200 kilómetros de largo, generando, de paso al Mar Muerto, electricidad y agua potable.
Independientemente del esfuerzo llevado a cabo por Jordania, el tema del Mar Muerto será tratado como asunto de prioridad en la Cumbre sobre Cambio Climático en Copenhague.
Fuentes: Geology News; PGQ-XII-2009
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