
Por: Patricio González Quintanilla.
patgq52@gmail.com
Creado como consecuencia del Acta de Políticas sobre Desechos Nucleares, aprobada por el Congreso de Estados Unidos en 1987, el Repositorio de Yucca Mountain (YMR) fue diseñado como deposito nacional para los residuos radioactivos líquidos y sólidos procedentes de las centrales nucleares, de procesos radiológicos diversos y de armas nucleares desmanteladas.
El complejo YMR se localiza en el desierto del estado de Nevada, próximo al Área de Pruebas Nucleares de Nye County, a 120 kilómetros de la ciudad de Las Vegas. Ubicado en terrenos federales, el Repositorio, una vez completado al interior de la base de la montaña, almacenará 135,000 toneladas de residuos radiactivos durante 10,000 años. El costo total del proyecto se estima en 96 billones de dólares, para completarse antes del año 2020, aunque se espera inicie operaciones y el almacenamiento de los primeros materiales a partir de 2017, siempre y cuando no interfiera la oposición política al funcionamiento del mismo.
La zona geológica escogida para ubicar el YMR, extensamente estudiada, presenta condiciones ideales para el almacenamiento de estos materiales. Se trata de una formación de roca sedimentaria suave, muy seca, sin actividad volcánica ò de terremotos durante los últimos 80,000 años; a varios cientos de metros sobre cualquier manto freático y muy elevado sobre el nivel del mar, como para presentar un riesgo de filtraciones en caso de una eventualidad geológica mayor.
El Departamento de Energía solicitó formalmente a la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) el inicio de las actividades de almacenamiento a partir de 2017. Sin embargo, y a pesar de tratarse de un proyecto que bajo la disposición de una ley federal, está seguido activamente por el Congreso para su implementación, la oposición de grupos ambientalistas, la propia administración Obama, y la actividad en contra del proyecto por parte del influyente senador Harry Reid, líder actual de la mayoría del Senado, han conseguido, si no cancelarlo completamente, si reducir su presupuesto para 2010, al menor nivel desde que empezara su desarrollo 20 años atrás.
Existe una batalla legal para la operación del YMR, que involucra al Estado de Nevada, el gobierno federal, diversas organizaciones ambientalistas y el Congreso. Fue este último, el que a pesar de la insistencia de la administración Obama por cancelar el proyecto en 2009, ha mantenido su continuación y presupuestación, tras casi 10 billones de dólares gastados a la fecha.
Mientras otros países desarrollan sus propios repositorios, como Canadá, Finlandia o Inglaterra, esperando un nuevo auge en el uso de energía nuclear, en Estados Unidos pretenden cancelar el proyecto más ambicioso y costoso concebido a la fecha. De suspenderse el YMR, el Departamento de Energía tendrá que depender de su repositorio tradicional, más pequeño y el cual no fue diseñado para tan largos períodos de almacenamiento.
Este se encuentra ubicado cerca de Albuquerque, Nuevo México, cerca de la frontera. Conocido como WIPP por “Planta Piloto de Aislamiento de Residuos”, el mismo es administrado por los Laboratorios Nacionales Sandia (SNL) y está excavado en lo profundo de un gran depósito de sal formado en el período geológico del Pèrmico. El WIPP también se encuentra bajo presión ambientalista y ciudadana para cerrarlo, pero dada la falta de alternativas de que dispone al momento, su clausura se presenta improbable.
Fuentes: US-DoE YMR; IP PGQ-I-2010.
patgq52@gmail.com
Creado como consecuencia del Acta de Políticas sobre Desechos Nucleares, aprobada por el Congreso de Estados Unidos en 1987, el Repositorio de Yucca Mountain (YMR) fue diseñado como deposito nacional para los residuos radioactivos líquidos y sólidos procedentes de las centrales nucleares, de procesos radiológicos diversos y de armas nucleares desmanteladas.
El complejo YMR se localiza en el desierto del estado de Nevada, próximo al Área de Pruebas Nucleares de Nye County, a 120 kilómetros de la ciudad de Las Vegas. Ubicado en terrenos federales, el Repositorio, una vez completado al interior de la base de la montaña, almacenará 135,000 toneladas de residuos radiactivos durante 10,000 años. El costo total del proyecto se estima en 96 billones de dólares, para completarse antes del año 2020, aunque se espera inicie operaciones y el almacenamiento de los primeros materiales a partir de 2017, siempre y cuando no interfiera la oposición política al funcionamiento del mismo.
La zona geológica escogida para ubicar el YMR, extensamente estudiada, presenta condiciones ideales para el almacenamiento de estos materiales. Se trata de una formación de roca sedimentaria suave, muy seca, sin actividad volcánica ò de terremotos durante los últimos 80,000 años; a varios cientos de metros sobre cualquier manto freático y muy elevado sobre el nivel del mar, como para presentar un riesgo de filtraciones en caso de una eventualidad geológica mayor.
El Departamento de Energía solicitó formalmente a la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) el inicio de las actividades de almacenamiento a partir de 2017. Sin embargo, y a pesar de tratarse de un proyecto que bajo la disposición de una ley federal, está seguido activamente por el Congreso para su implementación, la oposición de grupos ambientalistas, la propia administración Obama, y la actividad en contra del proyecto por parte del influyente senador Harry Reid, líder actual de la mayoría del Senado, han conseguido, si no cancelarlo completamente, si reducir su presupuesto para 2010, al menor nivel desde que empezara su desarrollo 20 años atrás.
Existe una batalla legal para la operación del YMR, que involucra al Estado de Nevada, el gobierno federal, diversas organizaciones ambientalistas y el Congreso. Fue este último, el que a pesar de la insistencia de la administración Obama por cancelar el proyecto en 2009, ha mantenido su continuación y presupuestación, tras casi 10 billones de dólares gastados a la fecha.
Mientras otros países desarrollan sus propios repositorios, como Canadá, Finlandia o Inglaterra, esperando un nuevo auge en el uso de energía nuclear, en Estados Unidos pretenden cancelar el proyecto más ambicioso y costoso concebido a la fecha. De suspenderse el YMR, el Departamento de Energía tendrá que depender de su repositorio tradicional, más pequeño y el cual no fue diseñado para tan largos períodos de almacenamiento.
Este se encuentra ubicado cerca de Albuquerque, Nuevo México, cerca de la frontera. Conocido como WIPP por “Planta Piloto de Aislamiento de Residuos”, el mismo es administrado por los Laboratorios Nacionales Sandia (SNL) y está excavado en lo profundo de un gran depósito de sal formado en el período geológico del Pèrmico. El WIPP también se encuentra bajo presión ambientalista y ciudadana para cerrarlo, pero dada la falta de alternativas de que dispone al momento, su clausura se presenta improbable.
Fuentes: US-DoE YMR; IP PGQ-I-2010.
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