Por Uriel Flores Aguayo
urielfloresaguayo@hotmail.com
Aunque debe celebrarse que, después de dos años de administración, por fin el ayuntamiento de Xalapa se decide a tomar alguna iniciativa y a ejercer su autoridad, más allá de cobrar impuestos y cortar listoncitos, la medida de hacer de un solo sentido la vialidad en las avenidas “20 de Noviembre y Américas” de nuestra ciudad, debe analizarse en su efectividad e implicaciones para que sea duradera y traiga soluciones antes de que se convierta en una frustración más de lo que ha sido un gobierno municipal errático y gerencial.
Estamos obligados a suponer que las autoridades locales, en especial las de tránsito, estudiaron y se prepararon minuciosamente antes de dar estos pasos que son audaces y tal vez necesarios pero que pueden convertirse en un dolor de cabeza tanto para sus impulsores como para los ciudadanos en general si se aplican mal.
Por las expresiones vecinales al parecer no se tomó en cuenta a quienes viven o trabajan en dichas avenidas, lo cual es un gravísimo error, ya que aumenta las posibilidades de resistencia ciudadana que pueden echar abajo ese mini plancito de movilidad urbana.
A simple vista se podría opinar que, si de todas maneras se iba a prohibir el estacionamiento en esas calles, ya no era tan indispensable cambiar el sentido de su vialidad. Es más, después del periodo de prueba esa podría ser la solución: volver al doble sentido que tenían pero evitando el estacionamiento en sus carriles laterales, con lo cual lograrían desahogar y hacer más funcional la vialidad en esas vitales arterias capitalinas.
Cualquiera que sea la suerte de este plancito experimental ya ha traído algún efecto positivo al sacudir a la opinión pública e interesar a mucha gente en el tema. Acostumbrados a que en Xalapa no pase nada positivo y novedoso muchos han reaccionado con escepticismo, otros con rechazo, y una parte importante de la población está a la expectativa por lo menos concediendo el beneficio de la duda.
Por lo menos ya están intentando algo, esa sería la principal lección, la otra es que no deben actuar a espaldas de la ciudadanía, desde arriba, sino que tienen que buscar su participación y los consensos para que haya sustento y buenos resultados en cualquier iniciativa trascendente que tomen.
Creo que se requiere un plan completo que valla al fondo de los problemas del tránsito y la vialidad en Xalapa, para lo cual como factor clave, se requiere voluntad y decisión políticas. Un plan que sea serio debe tocar los intereses y acabar con los abusos del pulpo camionero y de los grandes comercios, para lo cual el presidente municipal en turno no debe estar pensando prioritariamente en su carrera política. Por otro lado, se debe involucrar y ser exigente con las autoridades estatales dada su competencia en la materia.
RECADITO: que a pesar de las élites que mal dirigen al país tus deseos se hagan realidad en este año nuevo.
urielfloresaguayo@hotmail.com
Aunque debe celebrarse que, después de dos años de administración, por fin el ayuntamiento de Xalapa se decide a tomar alguna iniciativa y a ejercer su autoridad, más allá de cobrar impuestos y cortar listoncitos, la medida de hacer de un solo sentido la vialidad en las avenidas “20 de Noviembre y Américas” de nuestra ciudad, debe analizarse en su efectividad e implicaciones para que sea duradera y traiga soluciones antes de que se convierta en una frustración más de lo que ha sido un gobierno municipal errático y gerencial.
Estamos obligados a suponer que las autoridades locales, en especial las de tránsito, estudiaron y se prepararon minuciosamente antes de dar estos pasos que son audaces y tal vez necesarios pero que pueden convertirse en un dolor de cabeza tanto para sus impulsores como para los ciudadanos en general si se aplican mal.
Por las expresiones vecinales al parecer no se tomó en cuenta a quienes viven o trabajan en dichas avenidas, lo cual es un gravísimo error, ya que aumenta las posibilidades de resistencia ciudadana que pueden echar abajo ese mini plancito de movilidad urbana.
A simple vista se podría opinar que, si de todas maneras se iba a prohibir el estacionamiento en esas calles, ya no era tan indispensable cambiar el sentido de su vialidad. Es más, después del periodo de prueba esa podría ser la solución: volver al doble sentido que tenían pero evitando el estacionamiento en sus carriles laterales, con lo cual lograrían desahogar y hacer más funcional la vialidad en esas vitales arterias capitalinas.
Cualquiera que sea la suerte de este plancito experimental ya ha traído algún efecto positivo al sacudir a la opinión pública e interesar a mucha gente en el tema. Acostumbrados a que en Xalapa no pase nada positivo y novedoso muchos han reaccionado con escepticismo, otros con rechazo, y una parte importante de la población está a la expectativa por lo menos concediendo el beneficio de la duda.
Por lo menos ya están intentando algo, esa sería la principal lección, la otra es que no deben actuar a espaldas de la ciudadanía, desde arriba, sino que tienen que buscar su participación y los consensos para que haya sustento y buenos resultados en cualquier iniciativa trascendente que tomen.
Creo que se requiere un plan completo que valla al fondo de los problemas del tránsito y la vialidad en Xalapa, para lo cual como factor clave, se requiere voluntad y decisión políticas. Un plan que sea serio debe tocar los intereses y acabar con los abusos del pulpo camionero y de los grandes comercios, para lo cual el presidente municipal en turno no debe estar pensando prioritariamente en su carrera política. Por otro lado, se debe involucrar y ser exigente con las autoridades estatales dada su competencia en la materia.
RECADITO: que a pesar de las élites que mal dirigen al país tus deseos se hagan realidad en este año nuevo.
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