HECTOR GERARDO PERALTA TORRES
ALFREDO HUERTA LEÓN...Por: Tere de Jesús Blasco Ramírez/ Orlando Segura Hervert.
La sola posibilidad de que se unan el “agua y el aceite”; es decir el PAN y el PRD en Veracruz, genera desconfianza y polémica entre los militantes de ambos partidos. Los consultados en torno a que se de semejante escenario, señalaron que es muy difícil que dicha situación se presente en el proceso electoral del 2010, argumentaron que de darse tal cuestión, será un ejercicio condenado al fracaso porque no todos se sumarían automáticamente; es decir, la sumatoria no sería factor de triunfo por las múltiples dudas que se suscitarían entre el sol azteca y los azules.
Explicaron que en el pasado proceso electoral federal, en lo que corresponde a Veracruz; el PAN conquistó aproximadamente 800 mil votos, el PRD alcanzó cerca de cien mil sufragios y el PRI se llevó casi el carro completo al generar un millón doscientos mil votos, bajo tal perspectiva, se necesita algo más que una simple alianza entre la izquierda y la derecha para derrotar al coloso tricolor, los números son fríos, aunque cabe recordar que en el 2009, hubo abstencionismo y en tales circunstancias, el Revolucionario Institucional, siempre sepulta las aspiraciones tanto de los panistas como la de los perredistas.
Comentaron además, que en la actualidad, los electores no votan por los partidos o las organizaciones políticas; sobre todo en las zonas urbanas y en la clase media, en cierta medida toman en consideración la trayectoria, imagen, experiencia de los candidatos, en las ciudades se da la diferenciación del voto, por eso en tales casillas, un día “amanecen” rojos, en otras azules o naranjas.
Indicaron que los votantes de Tuxpan son muy especiales, conocieron la alternancia y regresaron al redil y en las próximas elecciones, no se sabe si se quedarán con los rojos o cambiarán de camiseta, dado que los posibles aspirantes son personajes fuertes con presencia en las capas sociales, tales como Iñigo Antonio Laviada Hernández, Oscar Octavio Greer Becerra, Alberto Silva Ramos, entre otros.
Recordaron además que en el municipio porteño, solo en los hechos se ha dado la unidad entre el PRD y el PAN, en aquella ocasión, en 1997, los panistas abandonaron a Héctor Gerardo Peralta Torres y le dieron los votos a Alfredo Huerta León, éste último se alzó con la victoria y derrotó a su “amigo” priista, José Manuel Pozos Castro.
Manifestaron que el experimento de aquel período fue un desastre, fracasaron los aires democráticos, tanto el güerito como los perredistas se dieron con todo, hasta con la cubeta, de tal forma que el ex alcalde Huerta León fue a dar a la cárcel y el PRD se alejó de la simpatías electorales de la ciudadanía, tan es así que a 12 años de distancia, no se ha recuperado.
La sola posibilidad de que se unan el “agua y el aceite”; es decir el PAN y el PRD en Veracruz, genera desconfianza y polémica entre los militantes de ambos partidos. Los consultados en torno a que se de semejante escenario, señalaron que es muy difícil que dicha situación se presente en el proceso electoral del 2010, argumentaron que de darse tal cuestión, será un ejercicio condenado al fracaso porque no todos se sumarían automáticamente; es decir, la sumatoria no sería factor de triunfo por las múltiples dudas que se suscitarían entre el sol azteca y los azules.
Explicaron que en el pasado proceso electoral federal, en lo que corresponde a Veracruz; el PAN conquistó aproximadamente 800 mil votos, el PRD alcanzó cerca de cien mil sufragios y el PRI se llevó casi el carro completo al generar un millón doscientos mil votos, bajo tal perspectiva, se necesita algo más que una simple alianza entre la izquierda y la derecha para derrotar al coloso tricolor, los números son fríos, aunque cabe recordar que en el 2009, hubo abstencionismo y en tales circunstancias, el Revolucionario Institucional, siempre sepulta las aspiraciones tanto de los panistas como la de los perredistas.
Comentaron además, que en la actualidad, los electores no votan por los partidos o las organizaciones políticas; sobre todo en las zonas urbanas y en la clase media, en cierta medida toman en consideración la trayectoria, imagen, experiencia de los candidatos, en las ciudades se da la diferenciación del voto, por eso en tales casillas, un día “amanecen” rojos, en otras azules o naranjas.
Indicaron que los votantes de Tuxpan son muy especiales, conocieron la alternancia y regresaron al redil y en las próximas elecciones, no se sabe si se quedarán con los rojos o cambiarán de camiseta, dado que los posibles aspirantes son personajes fuertes con presencia en las capas sociales, tales como Iñigo Antonio Laviada Hernández, Oscar Octavio Greer Becerra, Alberto Silva Ramos, entre otros.
Recordaron además que en el municipio porteño, solo en los hechos se ha dado la unidad entre el PRD y el PAN, en aquella ocasión, en 1997, los panistas abandonaron a Héctor Gerardo Peralta Torres y le dieron los votos a Alfredo Huerta León, éste último se alzó con la victoria y derrotó a su “amigo” priista, José Manuel Pozos Castro.
Manifestaron que el experimento de aquel período fue un desastre, fracasaron los aires democráticos, tanto el güerito como los perredistas se dieron con todo, hasta con la cubeta, de tal forma que el ex alcalde Huerta León fue a dar a la cárcel y el PRD se alejó de la simpatías electorales de la ciudadanía, tan es así que a 12 años de distancia, no se ha recuperado.
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