
Pirámide de los Nichos, tajin, Ver.
Por: Imelda Torres Sandoval
El equinoccio es el fenómeno en el que el sol se coloca precisamente sobre el Ecuador de la Tierra, provocando que el día y la noche duren exactamente lo mismo. Esto sucede sólo dos veces al año: con la entrada de la primavera, aproximadamente el 21 de marzo, y con la entrada del otoño, alrededor del 23 de septiembre.
El equinoccio de primavera representa en las culturas mesoamericanas, como los mayas, los teotihuacanos y los aztecas, el inicio de los ciclos agrícolas, la posibilidad de fecundar a la Madre Tierra con el alimento de los dioses: el maiz. Por ello, nos maravillamos todavía en la actualidad con las imponentes pirámides de Chichen Itzá, de Teotihuacán o del Templo Mayor. Cercana a Tuxpan está la bella Tajín, cuna de la bella cultura totonaca con sus voladores de Papantla, nombrados recientemente patrimonio intangible de la humanidad por la UNESCO.

Las construcciones piramidales de las culturas mesoamericanas sorprenden a propios y a extraños por su precisión en el cálculo y medición del tiempo siguiendo los astros y al Sol. Hoy, a las 11:32 ocurrirá el equinoccio de Primavera. Los basamentos piramidales prehispánicos lo registrarán exactamente, en una mágica combinación de cosmogonía y ciencia.
Si no tiene la oportunidad, o la condición física para escalar alguna de los basamentos piramidales de nuestras culturas precolombinas, simplemente ocupe el espacio de su jardín o alguno cercano, y aspire con ánimo la fuerza del Universo, que indefectiblemente acude para iniciar un ciclo más de vida. La cita es a las 11:32 de la mañana del día de hoy.
Hasta la próxima.
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