* Explica que es parte de de un plan del gobierno espurio de Felipe Calderón para privatizar el sector eléctrico
* Denuncia que el gobierno calderonista pretende entregar el tendido de fibra óptica a Televisa y la española Telefónica.
En el Día del Trabajo, Andrés Manuel López Obrador calificó como una infamia el despido injustificado de aproximadamente 44 mil trabajadores electricistas, como parte de un plan del gobierno espurio de Felipe Calderón para privatizar el sector eléctrico y entregar el tendido de fibra óptica a Televisa y la española Telefónica.
Para justificar el cierre de la empresa pública Luz y Fuerza del Centro, en octubre del año pasado, Calderón recurrió a una mentira y calificó de ineficiente a la planta laboral, cuando la intención real es continuar con el proceso privatizador de la industria eléctrica.
Ahora que el presidente espurio lanzó a la calle a 44 mil electricistas se alista a depositar en manos de Televisa y Telefónica, cuyo director en México es Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda del ex presidente Vicente Fox, la red de 26 mil kilómetros de fibra óptica, que se utiliza para la transmisión de señales de televisión, teléfono e internet, en donde se invirtieron fondos públicos por 30 mil millones de pesos, denunció.
Durante la reunión de evaluación con integrantes de los comités municipales de la Sierra Norte de Puebla, el presidente legítimo de México dijo que las injusticias están a la orden del día y destacó que la situación nacional no mejorará si se espera un cambio de arriba hacia abajo.
La transformación real del país y sus instituciones surgirá de abajo hacia arriba, con la participación de millones de ciudadanos libres, por la vía pacífica y electoral, pero con una revolución de las conciencias, aclaró al informar que el movimiento que encabeza se ha convertido en la fuerza más importante a nivel nacional, con el mayor número de integrantes.
Ante más de 500 representantes de 24 comités territoriales y 10 municipales de la región, dio a conocer las tres principales tareas a seguir: Crear un mayor número de comités, inscribir a más representantes del Gobierno Legítimo y repartir casa por casa los ejemplares del periódico Regeneración, para romper el cerco informativo y transmitir a la población las causas reales de la actual crisis económica, política y social.
Dejó en claro que la mayoría de los medios de comunicación no dan cuenta de la situación real que impera en el país ni de los responsables de la debacle nacional, porque en su mayoría son controlados o son propiedad de los 30 barones del dinero, quienes deciden qué se informa a la población y se encargan de administrar la ignorancia de la gente.
Para colmo, abundó, el 75 por ciento de los mexicanos se informa a través de la televisión, cuyo monopolio recae en Televisa y entre los dueños de dicha empresa se encuentran Claudio X. González, promotor de la guerra sucia en contra de López Obrador en 2006, así como Germán Larrea, uno de los hombres más ricos de México, y Pedro Aspe, ex secretario de Hacienda durante la administración salinista.
Al expresar su rechazo a cualquier alianza electoral del PRD, PT y Convergencia con el PRI o el PAN, los partidos de la derecha, que representan los intereses de los potentados, López Obrador afirmó que a la mafia de la política, del poder y del dinero ya no le sirve Felipe Calderón, quien “está hecho un trapeador”, y ya todos lo ningunean, hasta aquellos que hace poco tiempo le quemaban incienso.
Los barones del dinero iniciaron una operación de recambio, con el PRI y el gobernador mexiquense Enrique Peña a la cabeza, con la deliberada intención de aparentar un cambio, señaló.
Luego expresó que se mantiene como militante del PRD y aclaró que su imagen sólo aparece en mensajes de televisión con el logotipo del PT, porque es la única fuerza política que le cedió sus tiempos oficiales en la pantalla chica.
* Denuncia que el gobierno calderonista pretende entregar el tendido de fibra óptica a Televisa y la española Telefónica.
En el Día del Trabajo, Andrés Manuel López Obrador calificó como una infamia el despido injustificado de aproximadamente 44 mil trabajadores electricistas, como parte de un plan del gobierno espurio de Felipe Calderón para privatizar el sector eléctrico y entregar el tendido de fibra óptica a Televisa y la española Telefónica.
Para justificar el cierre de la empresa pública Luz y Fuerza del Centro, en octubre del año pasado, Calderón recurrió a una mentira y calificó de ineficiente a la planta laboral, cuando la intención real es continuar con el proceso privatizador de la industria eléctrica.
Ahora que el presidente espurio lanzó a la calle a 44 mil electricistas se alista a depositar en manos de Televisa y Telefónica, cuyo director en México es Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda del ex presidente Vicente Fox, la red de 26 mil kilómetros de fibra óptica, que se utiliza para la transmisión de señales de televisión, teléfono e internet, en donde se invirtieron fondos públicos por 30 mil millones de pesos, denunció.
Durante la reunión de evaluación con integrantes de los comités municipales de la Sierra Norte de Puebla, el presidente legítimo de México dijo que las injusticias están a la orden del día y destacó que la situación nacional no mejorará si se espera un cambio de arriba hacia abajo.
La transformación real del país y sus instituciones surgirá de abajo hacia arriba, con la participación de millones de ciudadanos libres, por la vía pacífica y electoral, pero con una revolución de las conciencias, aclaró al informar que el movimiento que encabeza se ha convertido en la fuerza más importante a nivel nacional, con el mayor número de integrantes.
Ante más de 500 representantes de 24 comités territoriales y 10 municipales de la región, dio a conocer las tres principales tareas a seguir: Crear un mayor número de comités, inscribir a más representantes del Gobierno Legítimo y repartir casa por casa los ejemplares del periódico Regeneración, para romper el cerco informativo y transmitir a la población las causas reales de la actual crisis económica, política y social.
Dejó en claro que la mayoría de los medios de comunicación no dan cuenta de la situación real que impera en el país ni de los responsables de la debacle nacional, porque en su mayoría son controlados o son propiedad de los 30 barones del dinero, quienes deciden qué se informa a la población y se encargan de administrar la ignorancia de la gente.
Para colmo, abundó, el 75 por ciento de los mexicanos se informa a través de la televisión, cuyo monopolio recae en Televisa y entre los dueños de dicha empresa se encuentran Claudio X. González, promotor de la guerra sucia en contra de López Obrador en 2006, así como Germán Larrea, uno de los hombres más ricos de México, y Pedro Aspe, ex secretario de Hacienda durante la administración salinista.
Al expresar su rechazo a cualquier alianza electoral del PRD, PT y Convergencia con el PRI o el PAN, los partidos de la derecha, que representan los intereses de los potentados, López Obrador afirmó que a la mafia de la política, del poder y del dinero ya no le sirve Felipe Calderón, quien “está hecho un trapeador”, y ya todos lo ningunean, hasta aquellos que hace poco tiempo le quemaban incienso.
Los barones del dinero iniciaron una operación de recambio, con el PRI y el gobernador mexiquense Enrique Peña a la cabeza, con la deliberada intención de aparentar un cambio, señaló.
Luego expresó que se mantiene como militante del PRD y aclaró que su imagen sólo aparece en mensajes de televisión con el logotipo del PT, porque es la única fuerza política que le cedió sus tiempos oficiales en la pantalla chica.
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