Por: Tere Quintanilla
El 3 de mayo, día de la Santa Cruz, es la fiesta de los albañiles, sin embargo, la tradición de colocar una cruz adornada con flor de mayo, ya es de la población entera y no únicamente de los maestros de la “cuchara”, así lo observó ayer en sus ventas la señora Elba Rosas.
Aunque ella tiene 8 años vendiendo, dice que de un par de años a la fecha la tradición de colocar esta cruz ha cobrando fuerza desde el aspecto religioso, ya que las personas acuden a la misa en que serán bendecidas sus flores para poderlas colocar en sus casas.
A pesar de que sabía la señora que todas los productos que ofrecería ayer las vendería, indicó que en esta ocasión escaseó, y no pudo contar con un fuerte número de flores típicas para la cruz.
Dijo que el año pasado pudo ofertar 400 rollos, pero para este, únicamente la mitad, mismos que vendió a 10 pesos el manojo.
"Se hacen las cruces, se ponen en la casa pero ahorita hay que hacer la cruz, adornarla y llevarla a bendecirla" dijo la señora.
Los albañiles acostumbran colocar, en lo alto de la fachada de la casa en construcción, una cruz de madera adornada con flores y papel de china, previamente bendecida por un sacerdote.
Los albañiles celebran con cohetes, música, baile y platillos típicos, con familiares y amigos, en la obra donde estén trabajando.
Esta tradición data de la época colonial a partir de la formación de los gremios y según viejas crónicas fue impulsada por Fray Pedro de Gante.
La celebración fue suprimida del calendario litúrgico por el papa Juan XXIII, sin embargo, los trabajadores de la construcción de México, siguieron manteniendo viva dicha tradición.
El 3 de mayo, día de la Santa Cruz, es la fiesta de los albañiles, sin embargo, la tradición de colocar una cruz adornada con flor de mayo, ya es de la población entera y no únicamente de los maestros de la “cuchara”, así lo observó ayer en sus ventas la señora Elba Rosas.
Aunque ella tiene 8 años vendiendo, dice que de un par de años a la fecha la tradición de colocar esta cruz ha cobrando fuerza desde el aspecto religioso, ya que las personas acuden a la misa en que serán bendecidas sus flores para poderlas colocar en sus casas.
A pesar de que sabía la señora que todas los productos que ofrecería ayer las vendería, indicó que en esta ocasión escaseó, y no pudo contar con un fuerte número de flores típicas para la cruz.
Dijo que el año pasado pudo ofertar 400 rollos, pero para este, únicamente la mitad, mismos que vendió a 10 pesos el manojo.
"Se hacen las cruces, se ponen en la casa pero ahorita hay que hacer la cruz, adornarla y llevarla a bendecirla" dijo la señora.
Los albañiles acostumbran colocar, en lo alto de la fachada de la casa en construcción, una cruz de madera adornada con flores y papel de china, previamente bendecida por un sacerdote.
Los albañiles celebran con cohetes, música, baile y platillos típicos, con familiares y amigos, en la obra donde estén trabajando.
Esta tradición data de la época colonial a partir de la formación de los gremios y según viejas crónicas fue impulsada por Fray Pedro de Gante.
La celebración fue suprimida del calendario litúrgico por el papa Juan XXIII, sin embargo, los trabajadores de la construcción de México, siguieron manteniendo viva dicha tradición.
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